10 marzo 2019

10 DE MARZO EFEMÉRIDES


10-03-1967: Fecha de publicación del primer elepé para Atlantic de Aretha Franklin, “I never loved a man the way I love you”, producido por Jerry Wexler (el hombre que, entre otras muchas cosas, puso en circulación el término “Rhythm and Blues”). Tras seis años en el sello Columbia con un solo single en el top 40 de las listas de R&B, y muchos elepés sin llegar a ninguna parte ni encontrarse como intérprete, cuando a finales de 1966 expiró su contrato, aceptó la oferta de Wexler para incorporarse al elenco de Atlantic, a cambio de 30.000 dólares. Los directivos de Columbia, que la había fichado en 1960, no acertaron con la línea musical a seguir por la artista; empeñándose, ora en convertirla en una nueva Dinah Washington, ora en transformarla en afable cantante de pop convencional, en contra del criterio de su descubridor, John Hammond. A partir de este primer disco en su nueva compañía, Aretha Franklin liberó por fin ese caudal de inigualable cantante de R&B y soul que había estado tan constreñido en la etapa anterior.



La primera decisión de Wexler (el hombre que, sin duda, mejor conectó con ella musicalmente) y su equipo tras el fichaje, fue llevarla a los estudios FAME de Muscle Shoals, en Alabama, con el fin de sumergirla en el ambiente sonoro adecuado para reencontrarla con el R&B más libre y enérgico. Allí trabajó con aquella increíble sección rítmica sureña de músicos blancos formada por Dewey Spooner Oldham (piano), Jimmy Johnson (guitarra), Tommy Cogbill (bajo) y Roger Hawkins (batería). Tras la mágica sesión que incluyó la grabación completa del tema “I never loved a man (the way I love you)”, y de una parte de “Do right woman, do right man” (dos canciones definitorias de la altura e irresistible exuberancia de lo que tenían entre manos), una discusión entre su marido y mánager, el ínclito Ted White, y alguno de los músicos (dicen que la disputa fue espoleada por los problemas del atildado Ted para confraternizar con aquellos músicos blancos, a los que consideraba unos paletos), dio al traste con el resto de las sesiones la noche de aquel primer día de trabajo, decidiéndose continuar con la grabación en los estudios de Atlantic en Nueva York, llevándose, eso sí, a los músicos de FAME. El primer sencillo del elepé, con los dos temas mencionados, llegó al nº1 de las listas de R&B y estuvo entre los diez primeros puestos de las de pop, superando el millón de copias vendidas en pocas semanas. El álbum corrió una suerte similar, fue disco de oro y llegó a lo más alto de las listas antes mencionadas.
Disco clave de la historia de la música soul, incluye temas de la rotundidad e incandescencia de “Save me” (compuesto por Aretha, su hermana Carolyn y King Curtis) y revisiones expuestas a una nueva temperatura, tanto de Ray Charles (el single de 1956 “Drown in my own tears” compuesto por Henry Glover) como de Sam Cooke (“Good times” y la inconmensurable “A change is gonna come”). Pero, hay más…



El disco contiene su famosa lectura del “Respect” de Otis Redding, probablemente la interpretación más popular de su carrera. La idea de la versión surgió a principios de ese mismo año, cuando Redding bromeó con ella a cuenta del éxito que estaba teniendo él con su versión de “Try a little tenderness”, un tema que ella había grabado para Columbia en 1962 sin ningún tipo de repercusión. Una Aretha espoleada, le aseguró que haría uno de sus temas, cambiándolo tanto, que ni él mismo sería capaz de reconocerlo. La grabación se realizó en los estudios de Atlantic en Nueva York el 14 de febrero de ese mágico 1967 (probablemente su año de mayor popularidad), con sus hermanas Carolyn y Erma en los coros, los músicos de sesión venidos desde Muscle Shoals y el gran King Curtis al saxo; con Wexler tras los controles, claro. El resultado fue una interpretación en la que Aretha imprime todo su carácter a la canción, dándole la vuelta, dotándola de intención, poder sexual y un nuevo significado cargado de dignidad y orgullo, muy al estilo de Bessie Smith. No en vano, al igual que hiciera aquella tarde en Muscle Shoals, ella misma dirigió las operaciones desde un piano (instrumento que había aprendido a tocar de niña prácticamente de forma autodidacta) que atacó de forma enérgica y sin contemplaciones, mientras los demás seguían la senda que ella marcaba meridianamente, destacando el solo central de Curtis. El verso “sock it to me!” (“¡dame caña!”), fue añadido por ella con la ayuda de Carolyn. Y parte de otro verso de su versión, “Take care, TCB”, las siglas (Take care of business) que vienen a significar “dedícate a lo tuyo”, enmarcaban el famoso colgante del rayo que Elvis Presley lució desde los primeros años setenta. El single, segundo del elepé, superó la repercusión del primero, llegando al nº1 en listas de rhythm and blues y pop, y vendiendo también más un millón de copias. En aquel 1967 el impacto del tema (prácticamente un himno) simbolizó tanto la lucha de la población negra por su identidad y derechos, como la de las mujeres. Un irresistible e inapelable grito de reafirmación y exigencia de respeto por parte de una mujer convertida de puertas para afuera en modelo de autosuficiencia y orgullo; y que, sin embargo, padecía la violencia de su marido. Cuando Otis Redding escuchó la versión le reconoció a Jerry Wexler: “He perdido mi canción. Esta chica me la ha robado”.

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