27 junio 2007

"¿Cómo sabes...

"¿Cómo sabes que el pájaro que cruza el aire no es un inmenso mundo de voluptuosidad, vedado a tus cinco sentidos?" (Willian Blake)

21 junio 2007

DIRECTO TRAVOLTA

Sala Planta Baja, Granada. 21-04-07


Travolta, el nuevo proyecto de Joaquín Pascual y Carlos Cuevas tras finiquitar Mercromina, tiene la gran virtud de trasladar al directo el caudal de sensaciones que atesora su CD, un trabajo íntimo, de intensidad presente pero recogida, de luz tenue y riqueza armónica. Pasaron por Granada en el segundo concierto de su gira, por lo que la cosa promete muchísimo para próximas citas cuando el sonido esté más ajustado. Piano, sintetizadores, órgano, decenas de pedales creando esa electricidad estática; guitarra discreta y matizadora o violín disonante y acariciador, acertaron con el clima apropiado desde el principio. Tras la intro, sonó “Con los ojos bien abiertos”, con Joaquín Pascual sentado al piano, algún apunte de violín por parte de Ana Galletero y escobillas en la batería, una constante en los temas (la mayoría) que sonaron sin bajo, volando así la percusión a media altura, con vocación etérea. “Corazón valiente” resultó tan efectiva y vibrante como en disco, con los coros funcionando bien, así como “El efecto amor”: un inicio arrebatado y pop con este trío de temas empujado por el piano. Pascual no tomó la guitarra hasta “Telescopio” y su balanceo velvetiano de lento discurrir ligeramente expansivo, que atraía los sentidos con la ayuda de una iluminación mínima. El fuego lento se mantuvo con la deslizante “Lloviendo a mares” y los desarrollos dulcemente espectrales de “La casa” y “Colores”. Entre éstas destacó “Juego de palabras”, interpretación compartida con Ana, con Joaquín Pascual a la acústica. El tema crece desde ahí, con el añadido de órgano y sintetizador, el crescendo de batería y la suma a la eléctrica de Francisco Cuerda de la acústica distorsionada y endemoniada más el apoyo en segundo plano del bajo, tocado por un pipa, alcanzando un tremebundo final. “Hasta el final” cerró el pase principal con Joaquín de vuelta a las teclas, José María Castillo haciéndose con la acústica y el violín de Ana llevándonos desde la dulzura melódica al leve caos final del tema. Para los bises dejaron “Este momento tan especial”, suspendida entre teclados y sintetizador y con esa voz tan frágil que pone Ana Galletero, “Un gran espectáculo”, conducida entre brotes secos de ruido, y el recuerdo final de “Evolution” de Mercromina.

Publicado en el nº 239 de la revista Ruta 66

17 junio 2007

LOS BICHOS: EL DIABLO VINO Y LLORÓ EN MI HABITACIÓN

Queridos Psicocamaleones:


Josetxo Ezponda Puente es grande. Hace algunos años advertí la presencia del líder de los añorados Bichos en un programa de radio, acompañando a alguien, no recuerdo quién. El locutor, tras preguntarle brevemente por su situación actual, cometió la imprudencia de dar el número de su teléfono móvil por antena. Lo anoté y decidí llamarlo un poco más tarde. Minutos después me manifestaba, amable y algo tímido, que estaba abrumado por la cantidad de llamadas recibidas tras ese incidente. Le dije que me dedicaba a escribir de música de vez en cuando y que echaba mucho de menos nuevas grabaciones suyas; quedamos en que lo llamase unos días después con más calma. Tras esa segunda conversación se comprometió a mandarme un CD con las últimas grabaciones que había realizado. Al poco las recibí: temas sin mezclar, bocetos por pulir que no están entre lo mejor de su discografía pero en los que se respira el inequívocamente turbio aire bicho. Además, tenían para él el inmenso valor de ser las últimas realizadas junto a su fiel compañero Asio, desaparecido poco tiempo atrás. Esto me lo hizo saber en una carta escrita a pluma, con ese trazo tan historiado y artístico que habíamos podido ver en las portadas y hojas interiores de sus discos y en otros trabajos en los que se requirió su personal concepto de diseño (por ejemplo el “Tahúria” de Tahúres Zurdos). Creativo desde los datos del sobre (con las puntas levemente quemadas, así como las de las páginas) a las dos hojas interiores numeradas con palotes romanos, en las que dejaba claro que sólo volvería con algo realmente especial. Por todo eso, Josetxo Ezponda es grande.

Hace poco me hice con el CD-libro sobre Los Bichos editado por Munster en 2.006, “1.991-1.988”. En su interior Josetxo repasa la historia de aquel proyecto, una parte tan especial de su vida. Utiliza una mirada deslavazada, llena de elipsis, y con sus gotas de surrealismo y cierta amargura. Una visión cariñosa, lo suficientemente irónica; lúcida y para nada complaciente. Entonces recordé que escucharlos era una auténtica gozada. La expresión de un fan incondicional, dotado de la suficiente personalidad y amor a la música para conformar una expresión cargada de referencias pero repleta de grandes canciones, turbulenta de verdad y de una plasticidad nada evidente. Oscuridad con destellos rosas, amor, dolor, deseo, pesadilla y una musicalidad en carne viva, de verdad cortante. Un tipo hambriento de expresión, de esos que patean las calles de sus pequeñas ciudades tratando inútilmente de seguir a una imaginación que ya lleva años viajando. Dramático y glamuroso (cuenta la leyenda que tras una visita a la casa de Corcobado en Madrid, una botas blancas regaladas por su anfitrión sustituyeron las botas militares que calzaba el navarro, perfilando definitivamente su imagen), podía mostrarse demoníaco, libidinoso y burlón, para al poco ser exhibicionista de su propia vulnerabilidad, un ser melancólico con la sensibilidad a flor de piel. Contradictorio, sexual, misógino o resentido, añorando vivir entre toneladas de amor.

Lou Reed, Alan Vega, Richard Hell, Stooges, Bowie, Television, sobre un estructura de rock herrumbroso y pantanoso facilitada por sus amados Scientists; el soul, los grupos de chicas de los sesenta infectados por los New York Dolls, la base glam que rezuman su concepto general y repertorio; y el blues, claro. Todo eso es la base de su creatividad musical, la espoleta de un talento tan obsesivo como inclasificable. Tras probar suerte con formaciones de su Pamplona natal como Tensión, Neon Provos y Flores Muertas o en solitario como Blood Letter durante los primeros ochenta, germinaron hacia 1.987 Los Bichos, con el bajista Asio y el guitarrista Charly como fundamentales compañeros de viaje.

En 1.988 les escuché por primera vez en el volumen I de las casetes que bajo la denominación “Spanish Bombs” puso en circulación la revista Ruta 66, siempre tan atenta a las nuevas tecnologías. “Lluvia y luna” era su tema, un oscuro latido que delataba su amor incondicional por los australianos Scientists, luego aparecido también en su elepé debut.

El mismo año supe que habían fichado por Oihuka, el mega sello abertzale pamplonés acostumbrado a editar mayormente panfletos musicados con mayor o menor tino. Me temo que el raro del pueblo seguiría sin encajar del todo. La primera referencia que grabaron fue el single “Anita Latigazo” creo que los dos minutos de rock que más he escuchado, un acierto de guitarras lanzadas en distorsión con historia perversa, acompañada de “Black Blood Nightmare” y “Colour Hits”, dos excursiones al pantano de la manita de Kim Salmon y Tex Perkins.

Color Hits”, el disco, fue publicado en 1.989. Un elepé de frescura y capacidad de perversión inalteradas que si apareciese este mes en el previsible panorama que vivimos sería considerado un auténtico bombazo. Coloreando la pasión y el caos, con todas sus referencias bien colocadas sobre la mesa, se abría como un ciclón con la irresistible “Shadow Girl”, un magnífico homenaje a los New York Dolls, que continuaba en una de sus grandes canciones, “Verano muerto”, introducida y acabada con las notas de “Sweet Jane” de Lou Reed. En medio explotaba una inolvidable fiesta de rock´n´roll serie B capitaneada por la horadante guitarra de charly, que sonaba impetuosa y como verdaderamente liberada por primera vez, con esos solos inolvidables que parecían escaparse desesperados de sus dedos. En “The one you´ll never catch” parecían Television como banda de acompañamiento de un cuentacuentos truculento. Las versiones incluían una sentida revisión de “My Girl” de Otis Redding, y una delirante e inmediata mixtura de Bo Diddley con los Stooges. Temas de rock espinoso y excesivo como “De Noche” y “Sssnake (Lullaby)” o medios tiempos que son más bien experiencias, como la fronteriza “Me gustaría llorar” (con el acordeón de Joseba Tapia) o “Un poco más”, hacen de éste un trabajo sorprendente y notable. Un homenaje a su pequeño altar de clásicos marcando ya un cariz muy personal.

Tras los más de cinco mil elepés vendidos de “Color Hits” la cosa pintaba bien. Volvimos a tener noticias en 1.990 con la aparición del recopilatorio “The Worst Around” (Romilar-D). Los Bichos eran acompañados de un muestrario del momento más dulce de la escena underground del País Vasco (Cancer Moon, La Secta y La Perrera). Aquí Josetxo dejó una de sus composiciones más intensas, “Backwards Kiss”, así como el diseño de la portada, su despliegue más incontenible de imaginería.

In bitter pink” apareció en 1.991, un ambicioso doble elepé que supuso una apuesta valiente y singular por lo inesperado y excesivo. Un acierto creativo y un pequeño suicidio comercial (si esto tiene alguna lógica en la escena independiente española). Más cohesionado y mucho mejor producido que su antecesor, denotaba que Josetxo había logrado concretar para profundizar libre y certeramente en un discurso cada vez más intransferible; culminando y rebasando todo lo que prometió dos años antes con composiciones de la personalidad y el calado de “Marina” o “Raquel´s dream”. Crudeza, delicadeza e inspiración henchidas de efectos de toda índole y guitarras achicharradas, sumergidas en desazón y planeando como una punzada constante sumidas en una inercia, una ansiedad que las hace únicas. Solos dementes conviviendo con la quietud folk de acústicas y palmas. Ofrece pequeñas epopeyas íntimas del calibre de “Wishin´Shift” o “Still can´t cry”, con el Josetxo más lúcido. Suaves texturas, belleza sombría y veneno oxidado entre las cuerdas de guitarras furibundas transmitiendo su mensaje de aspereza. Precipitaciones thunderianas cortocircuitadas como “Go, fish, go!!!”,Worms” o “Fuelled by desire”; guiños pop que encantarían a Jonathan Richman (“If you cry now, she´ll be glad”), descargas de garaje truculento herederas de los Scientists (“Poxy, poxy”, “Mice from hell”); siendo tan animosos como los New York Dolls en “I´m inside her”, o resultando incluso paródicos (los “efectos especiales” de “Nip of hate”). Y versiones (una de sus debilidades) que erizan la piel, como “Holocaust” de Big Star, una de las composiciones capitales de Alex Chilton, y el “Je t´aime… moi non plus” de Gainsbourg.

El desbordante Ezponda de 1.991, firma en solitario (aunque acompañado de todos los suyos) un mini-LP que combina revisiones de clásicos (de nuevo el altar particular) como “Sand” de Nancy Sinatra, “I remember” de Suicide, “Solid gold hell” de Scientists y “Sittin´on top of the world” de Howlin´Wolf con temas propios tales que “Nancy Fucker” o “Deep deep babe”. Quizá la tensión generada por la convivencia dentro de la banda o la desilusión ante expectativas que nunca terminaron de cumplirse dieron al traste con la formación base (Josetxo, Asio y Charly) y, a la postre, con la banda, dejando ese período 1.988-1.991 como un extraño fulgor dentro de la escena española. Ahora recuerdo también cómo me fastidió cuando un poco más tarde se ponía a los epígonos indies como la verdadera respuesta al rock autocomplaciente de los grupos de los últimos ochenta. Los Bichos en el maldito agujero junto a Cancer Moon, Pantano Boas, Demonios Tus Ojos y algunos más.

En 1.995 Josetxo volvió como El Bicho, publicando “The glitter cobweb” a través del sello Roto; en solitario y encargándose prácticamente de todo (como en el primigenio proyecto blood letter). No deja de ser un trabajo menor, reflejo de mejores épocas, aunque ofrece momentos reseñables como “Green candy” o “The Funny Road”. Desde entonces aún le seguimos esperando.

El cuidado doble CD editado por Munster no pretende ser acopio de toda su discografía, se deja cosas de casi todos los discos, pero la selección es razonable, echando yo fundamentalmente en falta la versión de “Swampland” de Scientists. El single “Anita Latigazo” se incluye en versión demo al igual que otros temas incluidos en el primer álbum (“¡Hola! (Ni Dios)”, Go, bo”, 1.989” y “Down below”). También faltan caras B de single como la mencionada versión de The Scientists (del single “Shadow Girl”, de 1.989), otras de interés como “Homeblood” (del single “Wishin´Shift” de 1.991) y “Words for sale” (del single “I´m inside her” de 1.991); y, esta vez, la cara A del single “A hell of a girl” de título homónimo, editado por Radiation en 1.993, y última referencia de la banda. El último corte del segundo CD recoge sin acreditar su versión de Suicide. El single que acompaña esta edición, también con errores en los créditos, ofrece el aliciente para completistas de dos temas pertenecientes a la maqueta de 1.988: “El sueño rojo” (aparecido en un flexi ese mismo año) y el inédito “To know me is to love me”.


Publicado en el portal de humor y cómic Irreverendos en junio de 2.007

12 junio 2007

FLANNERY O´CONNOR “LA PIEZA QUE NO ENCAJA”

Lumen lanzó hace año y pico un volumen que reúne por primera vez en España los cuentos completos de la escritora norteamericana Flannery O´connor, aparecido en edición de bolsillo hace pocos meses es hora de que le hinquéis el diente.

Autora favorita de Nick Cave (sobre todo los relatos que componen “A Good Man Is Hard To Find”), su literatura logró desconcertar a Raymond Carver. El escritor Benjamín Prado compara las historias de Bruce Springsteen con las suyas, y John Huston llevó al cine en 1.979 su novela “Wise Blood” (“Sangre Sabia”), construida a partir de relatos aquí incluidos. En el prólogo de estos Cuentos Completos, Gustavo Martin Garzo recuerda las palabras del director acerca de su película: “Nada me haría más feliz que ver que esta película consiga aceptación popular y rinda beneficios. Demostraría algo. No estoy seguro qué… pero algo”. Algo, hay algo inasible y fatal en los relatos que nos ocupan, una visión brumosa del ser humano y los imponderables que rodean su devenir que se nos va aposentando muy adentro.

Sus páginas transpiran un fino humor (en muchos momentos negro) que fluye sereno haciendo brotar incluso alguna carcajada, un halo irónico no exento de mordacidad y espíritu caricaturesco y satírico. Una mirada astuta, escrutadora, desapasionada, tierna a veces pero nunca compasiva en su indagación en el interior de sus paisanos (los habitantes del los estados del sur, sobre todo Georgia), su ingenuidad, sus valores, sus fantasmas y prejuicios. Con la paciencia del que inspecciona extraños y frágiles insectos en una caja. Insectos absolutamente imbuidos por las características del medio en que su vida se desarrolla, experimentando sentimientos que les ahogan y les muestran su insignificancia.

La tercera persona narradora se alterna con los diálogos (tratando de emular la forma de hablar de los lugareños), sustituyendo en ocasiones la voz de los personajes para agilizar, subrayar y resumir. La autora narra con ritmo relajado y fluido, incluso acariciador y confidente; meticulosa, atenta al detalle (gestos, miradas…), disecciona sentimientos y sensaciones con precisión, sugiere el trasfondo psicológico de los personajes mediante la narración sin enfangarse, siempre lo suficientemente distante, con su media sonrisa cargada de segundas intenciones. Gusta además de trufar el relato de imágenes poderosas y sorprendentes, y en ocasiones trenzarlo y atravesarlo con metáforas o comparaciones fulgurantes y tan inopinadas como el saxo de Steven Mackay emergiendo en “1.970” de The Stooges.

Algunos retratos son inmisericordes, rápidos zarpazos, certeros bosquejos de los personajes. Es resolutiva y clara en las descripciones de paisajes y ambientes; suelen ser éstas sencillas, un marco efectivo sin excesiva demora en la adjetivación. Aunque a veces se regodea en detalles concretos (reflejos, sonidos…) y despliega un suave lirismo taciturno.

Algunos cuentos se dejan ir con un rastro reflexivo, pero la mayoría muestran un punto de inflexión, casi un estrangulamiento al que Flannery nos lleva de la mano: el destino como macabro jugador, reveses de éste que castigan la ingenuidad, hacen explotar un mal celosamente guardado en cajitas de añoso rencor, o colocan a los protagonistas ante una dimensión desconocida de sí mismos. Los cuentos se desarrollan en la cotidianidad del sur estadounidense, una quietud levemente inyectada de una sustancia misteriosa y oscura, acechada por una presión muy particular, casi imperceptible, acumulada en finas ráfagas que en ocasiones se agolpan para desenroscarse de una vez. Entre sus claves temáticas destacan un racismo siempre presente, casi indefectible. Visto como algo cotidiano y asumido, sin declaraciones altisonantes ni reflexiones al respecto; sólo fielmente anotado. La religión y su asfixiante presencia. La fe cegadora y astringente hecha fanatismo. El implacable temor de Dios inoculado en la niñez y ya definitivo. Encontramos vendedores de biblias, charlatanes y predicadores. La violencia, sobre todo gratuita, el mal amenazando lluvia. Truculenta por momentos, una violencia que parece aliviar del dolor de vivir al que la practica. También significativas muestras de los usos y costumbres de la vida rural, el pausado ritmo vital, los mundos opuestos que chocan más que conviven. La desaparición paulatina de una forma de entender la vida y el trágico vacío que conlleva. La frustración, el nacimiento del rencor, el odio y los malos deseos. La vejez es tratada con profusión, y las mujeres tienen un peso específico, habitualmente inmersas en condiciones de vida difíciles, convertidas por las circunstancias en cabeza de familia y propietarias; endurecidas y rectas, obsesionadas por ocultar su vulnerabilidad, pero también soñadoras y anhelantes. Y, finalmente, el punto de vista de los niños, así como sus dudas, temores e imaginación aparecen a menudo, como la niña mordaz y aguda (acaso trasunto de la autora) de “El Templo del Espíritu Santo”.



Publicado en el nº 239 de la revista Ruta 66.

07 junio 2007

DIRECTO ROBERT FRIPP & THE LEAGUE OF CRAFTY GUITARISTS

Teatro Juan José Tamayo, Granada. 17-04-07



Todo vendido y gente sin entrada en la calle para asistir a una reencarnación más del controvertido geniecillo de King Crimson: la formación de guitarristas en gira surgida del Guitar Craft, seminarios ideados por Fripp que reúnen a músicos de todo el planeta. Tensión psicológica: el público ocupando sus asientos mientras adivina nervioso la pequeña figura de Robert Fripp oculta tras su torre de sintetizadores refrigerada por medio de un pequeño ventilador. Sus corazones palpitan al sentarse lentamente cuchicheando nerviosos al ver un poco de mástil de guitarra, una manita o un piececito pulsando uno de los pedales que modulan sus sonidos de guitarra sintetizada: sus célebres Soundscapes, capas y capas de sonido tenue y expansivo y acordes sueltos que en algún momento jugueteaban con “Starless”. Los Paisajes Sonoros sirvieron de presentación e intermedio, así como de suave o escarpado fondo sonoro en muchos momentos, resultando aburridos cuando volaban solos. Los diez guitarristas dirigidos por Hernán Núñez (entre los que se encuentran los españoles Daniel Arias e Ignacio Furones) aparecieron por uno de los pasillos. Su silencio inquebrantable y la subrayable coordinación de movimientos hasta tomar asiento en las sillas colocadas en corro en el escenario, dejaban una cierta sensación de comicidad; incluso al abandonarlo, todas las clavijas quedaban perfectamente colocadas sobre el respaldo de sus respectivos asientos. Diez guitarras acústicas electrificadas afinadas según el novedoso método de la Nueva Afinación Estándar. Guitarras al unísono en absoluta compenetración y entendimiento; contrapuntos, bucles, fraseos, golpes percusivos, arpegios, líneas de bajo. Todo con un sonido cegador de pulcro, con una expresividad directa, sin paliativos, ejecutado con un nivel de perfección que asombró a estas rudas orejas educadas con todo tipo de desmanes. La parcela creativa e improvisadora se reserva a las denominadas “Circulaciones”, donde los músicos se van pasando notas, entre todos, o en dos grupos de cinco, creando sonoridades sobre la marcha en combinación con las sempiternas sonoridades de Fripp. En el repertorio destacaron, además de recreaciones como “Flying” de los Beatles, fundamentalmente momentos estelares de los Crimson, en los que la música resultó más arrolladora, alcanzando mayor elocuencia y carnalidad, como “Eye of the needle”, “Lark´s Thrak” rotunda y cortante, “Vrooom” (con la guitarra de Fripp brevemente desatada), una potente “Red”, ya en bises, o “Intergalactic Boogie Express” que desembocó naturalmente en “Yamanashi blues”. Como tema de despedida eligieron una hechizante lectura del inmortal “Asturias” de Albéniz. En los momentos finales Mr. Fripp se unió al resto de los músicos para saludar, pero, posiblemente, el inoportuno flash de una cámara le hizo salir disparado y nos privó del habitual tema de despedida, con todos tocando, incluido el celoso Fripp, al borde del escenario. Quizá como compensación, los diez aparecieron sin su jefe tocando un último tema junto al puesto de venta de discos. ¿Qué mejor promoción?

Publicado en el nº239 de la revista Ruta 66.

02 junio 2007

PARECIDOS INQUIETANTES

El mundo del pop y el rock hace tiempo que entró en la dinámica del continuo remedo, una cadena a la que no paran de añadirse eslabones que rara vez siguen nuevas direcciones. Unas veces las influencias se notan más que otras, incluso a veces mejoran el original, o aportan una variante sorprendente. Un riff de guitarra, un inicio de canción desde el cual partir, una estrofa que convertimos en estribillo, o uno que no nos podemos quitar de la cabeza; todas esas huellas que se transmiten de unos temas a otros conforman otro camino para entender la historia del rock and roll. Plagio, mera coincidencia, homenaje, influencia inconsciente, consciente… Lo dejo al criterio de cada cual, lo realmente interesante SIEMPRE es escuchar las canciones. Aquí van unos ejemplos para solaz de mis queridos amigos psicocamaleones, (adivinen quién es el inspirador y quién el inspirado):

-THE BEATLES: “I´m only sleeping” (“Revolver" (1.966)-091 “Nada es real” (“Doce canciones sin piedad”, 1.988)

-DOMINIQUE A.: “Le gros Boris”(“Si Je connais harry”,1993)—PAULINE EN LA PLAYA: “Nada como el hogar”(“Nada como el hogar”, 1999).

-LEONARD COHEN: “So long Marianne”(Songs for…”, 1.968)-NACHO VEGAS: “En la sed mortal”(“Cajas de música difíciles de parar”,2.003).

-SONIC YOUTH: “Cross the breeze” (Daydream Nation, 1988)—SR. CHINARRO: “Un trébol de tres K” (“La pena máxima”, 2000).

-SONIC YOUTH: “Mote” (“Goo”, 1.990)--LAGARTIJA NICK: “El mundo desaparecido de los guantes”(“Hipnosis”, 1991).

-THE YARDBIRDS: “Heart full of soul”(single "Heart full of soul", 1.965)—GLUECIFER: “Freeride” ("Automatic Thrill", 2.004).

-MARVIN GAYE: “Hitch Hike”(también interpretado por MARTHA & THE VANDELLAS Y ROLLING STONES)—THE VELVET UNDERGROUND: “These she goes again”(“The Velvet Underground & Nico”, 1966).

-HARRY BELAFONTE: “Banana boat song” (1.955)---SMOKEY ROBINSON AND THE MIRACLES “The Tracks of my tears”(“Going to A Go-Go”, 1.965).

-LOS NEGATIVOS: “Bagdag”(“18º Sábado amarillo”, 1987)---PULP: “Do you remember the first time?” (“His´herns”, 1994).

DAVID BOWIE: “Rebel Rebel” ("Diamond Dogs", 1.974)---WILKO: “Monday” (“Being There”, 1.996).

DAVID BOWIE: “Queen Bitch" ("Hunky dory", 1.971)---MATTHEW SWEET: “Sick Of Myself” (“100% Fun”, 1.995).

IT´S A BEAUTIFUL DAY: “Girl with no eyes” ("It´s a beautiful day", 1.969)---JOSÉ IGNACIO LAPIDO: “Escrito en la ley” ("En otro tiempo, en otro lugar", 2.005).

LOS COYOTES: “Cien Guitarras” ("Mujer y sentimiento", 1.984)---SR. CHINARRO: “Del Montón” ("El mundo según...", 2.007).

SIMON & GARFUNKEL: “Scarborough fair” ("Parsley, Sage, Rosemary and thyme", 1.966)--- MARK LANEGAN & ISOBEL CAMPBELL: “Black Mountain” ("Ballad of the broken seas", 2.006).

THE HOLLIES: “The air that I breathe” ("Hollies", 1.974)--- RADIOHEAD: “Creep” ("Pablo Honey", 1.993).

VELVET UNDERGROUND: “Lady Godiva´s Operation” ("White light, White heat", 1.967)---TEENAGE FANCLUB: “The World´ll be ok” ("Man -made", 2.005).

THE BEATLES: “Nowergian Wood” ("Rubber Soul", 1.965)—BOB DYLAN: “4th Time Around” ("Blonde on blonde", 1.966).

LAS GRECAS: “Te estoy amando locamente” (1.973)---XTC: “Spinning Top” ("White Music, 1.978).

LIGHTNIN´ SEEDS: “Pure” ("Cloudcuckooland", 1.990)---MIKEL ERENTXUN: “1 más 1 son 7".

CURTIS MAYFIELD: "Wherever she leadeth me"(1.970)---CAROLE KING: "Where you lead me" ("Tapestry", 1.971).

-ERIC CLAPTON: “Lay down Rally”(“Slowhand”, 1.977)—PATA NEGRA: “Camarón” (“Blues de la Frontera”, 1.988).

-LOVE: “She comes in colors” (“Da Capo, 1.967)---MADONNA: “Beautiful Stranger” (1.999).

-ORANGE JUICE: “Consolation Prize” (“You can´t hide your love Forever”, 1.982)- AVENTURAS DE KIRLIAN: “La Ventana” (Aventuras de Kirlian”, 1.989).

-FELT: “Silver Plane” (“Poem to the River”, 1.987)—FAMILY: “Carlos Baila” (“Un Soplo en el Corazón”, 1.993).

GRUPPO SPORTIVO: “I´m a rocket” ("Back to 78", 1.978) ---- SINIESTRO TOTAL: “Las tetas de mi novia” ("Cuándo se come aquí", 1.982). (Muchos años después correctamente acreditada).

MOCEDADES: “La otra España” ("La otra España", 1.975) --- SR. CHINARRO: “Club 8 que 80” ("No sé qué, no sé cuántos", 1.998).

THE CRAMPS: "TV Set" (Song the lord taught us", 1.980)--- DESECHABLES: "El caso del hombre serio y formal" ("Golpe tras golpe", 1.983).