12 septiembre 2014

LOS ENEMIGOS, QUEMANDO ETAPAS

A finales de 1.994 entrevisté vía fax a Josele Santiago de Los Enemigos. Ese año el grupo sacó su primer disco con la multinacional RCA (“Tras el último no va nadie”), hecho que coincidió con la publicación por parte de su sello anterior, Grabaciones Accidentales (GASA), de “Sursum corda”. Fue precisamente el interés por la historia de este lanzamiento lo que me empujó a ponerme en contacto con Josele. El fax de vuelta con las respuestas tardó meses en llegar, cuando ya casi ni se le esperaba, por lo que la entrevista acabó publicada en un fanzine de efímera existencia, llamado Deshidrato, que puse en circulación durante 1.995 con mi amigo Francisco Vallejo. Pero mereció la pena, la información sobre las vicisitudes de “Sursum corda” y el análisis musical de su contenido no tienen desperdicio, pienso que son un auténtico privilegio. Aquí tenéis la oportunidad de introduciros en los secretos de un buen disco de rocanrol.




¿Te sorprendió la aparición de “Sursum corda” en estas fechas?

Sí, mucho. Nos dijeron que lo había comprado “Salvat” para sacarlo en fascículos.

En algunos temas del elepé se observa la vuelta al sonido de los primeros tiempos: “¡Cómo es!”, “A la hera”, “Rumble mumble”, “Odio a los Nº1”… ¿Era este el interés del grupo en 1.993? ¿Por qué cambia tanto la concepción de las canciones con respecto a “Tras el último no va nadie”?.

De hecho, hay temas antiguos que no se grabaron en su día por tal o cual movida. De todos modos, sí, en aquellos días sonábamos así, vete a saber por qué. Así nos salían las cosas, un poco más como al principio. Nostalgia o algo.

“Odio a los Nº1” ya la presentasteis por aquí en el Espárrago Rock de 1.990 ¿Cuántos temas antiguos más hay en el disco? ¿Se puede considerar una especie de álbum de rarezas?

Claro, al conocer el hecho de que se trataba de nuestro último elepé con GASA decidimos grabar estos temas antiguos que de otro modo no hubieran visto la luz. Más o menos el disco se compone de un 30% de esto y de un 70% de cosecha del 93.

¿La aparición de “Sursum…” ha introducido algún cambio en vuestro repertorio de directo?

Sí ¿Por qué no? Lo mismo les jode a los de RCA, pero no creo.



¿Qué nos puedes decir sobre la aceptación de “Tras el último…” en el mercado?

Creo que ha vendido más o menos lo mismo que “La cuenta atrás”, lo cual no está mal, pero tampoco es para ponerse a bailar jotas. En cuanto a las críticas, pues de puta madre. Y en cuanto a nosotros pues mira, estamos cantidad de satisfechos y orgullosos de él. Hemos trabajado duro y hemos conseguido lo que queríamos. Lo que suena es casi, casi lo que pretendíamos, que no es poco decir.

Haz un pequeño comentario sobre los temas de “Sursum corda”, uno a uno.

“Sursum corda” viene a cerrar, tras una rocambolesca historia que no viene al caso, nuestra etapa con GASA. Por eso, además de las nuevas canciones, contiene algunas rescatadas, de esas que se quedan fuera de los discos por falta de tiempo, porque no estaba acabada la letra o por otros motivos más o menos prosaicos. Quiero decir que no se trata de retales.
No están aquí, ni con mucho, todas las que quedaron en el tintero, sino, única y exclusivamente las que, a nuestro entender, merecía la pena rescatar. Otra particularidad del disco está en las letras: tras leerlas todas de seguido y una vez terminado el trabajo, caí en la cuenta de que, si se seguía un orden determinado, cobraban un nuevo sentido, como un todo: contaban una historia. La historia en sí no vale una mierda (si la hubiera valido me hubiese tirado el moco y diría que la había escrito así adrede), pero el hecho de que se trate de la consabida parabolilla de cuarta sobre la frugalidad del éxito y lo podrido del negocio no deja de tener su miga, si tenemos en cuenta lo puteados que andábamos entonces por nuestra discográfica. Tal que parece una travesura del subconsciente.
A continuación paso a detallar el susodicho orden, la susodicha historia y, de paso, algún que otro comentario sobre las canciones en cuestión.

I.- “¡Cómo es!” (cara A-corte 2)

Una canción pop al estilo Dave Edmunds-Rockpile. Yo quería una muralla de acústicas a lo Phil Spector, pero se quedó en una escuálida verja. Habla de fans agilipollaos.

II.- “Por qué no me vuelvo al pueblo” (cara A-corte 4)

Suena un poco, siempre salvando las distancias, a esas baladas con aires country-blues que quedaban tan chulas en manos de Gram Parsons o los Stones de cuando Mick Taylor. Me la imagino a veces cantada por Emmylou Harris o alguien así y flipo. La letra es un bucólico canto a la naturaleza pero visto del revés, por alguien que se aburre allá en los prados. Nuestro chaval es ese alguien y, naturalmente, se abre de su pueblo para emprender su viaje a la fama.

III.- “De pastel” (cara B-corte 6)

A mí me suena a Kinks (etapa “Lola”) y la letra va de llegar a la gran ciudad y alucinar bastante, que es ni más ni menos lo que le pasa al colegui de nuestra historia fantasma.

IV.- “A la hera” (cara A-corte 4)

La hice nada más terminar “Ferpectamente”, y luego no encajaba demasiado, ni cabía, en “Un tío cabal”. Wilko Johnson-Mick Green para una letra estúpida pero quedona. Chaval de pueblo se divierte en la city.



V.- “Rumble numble” (cara B-corte 5)

Instrumental de la primera cosecha propia “enemiga”. No recuerdo por qué no entró en “Ferpectamente”, se nos olvidaría o algo. Link Wray con los primeros Flamin’ , que son los que molan.
En cuanto a la historia… bueno, el chaval ensayando con su primera banda. Por ejemplo.

VI.- “Wonderland records” (cara B-corte 2)

Quisimos ser los Attractions por un día y, aunque no es lo nuestro, bueno, tampoco nos quedó mal del todo. Yo hubiera querido un órgano más “trotón”. Llega el ansiado contrato para nuestro amiguete.

VII.- “Zumo de kiwi” (cara A-corte 5)
  
Suave cancioncilla pop. Me recuerda a Orange Juice por un lado y por otro a John Cale o a Nico, o a Kevin Ayers. Hay un momento en que el bajo y la rítmica hacen justo lo mismo pero al revés… ¡Y funciona! Nuestro chaval empieza a mosquearse cuando empieza a oler la mierda que se le viene encima en este… negocio.

VIII.- “Amigos del gnomo” (cara A-corte 3)

Desvarío psicodélico a lo Barret, con guitarras Danelectro y todo (gracias Fernando). La intro de acústica me costó un huevo y el crescendo de la mitad quedó dabuten. La letra: saludos desde el frenopático. Desilusionado, el chaval se junta con quien no debe y acaba mal. Desencanto, drogas y todo eso.

IX.- “Amor de madre” (cara B-corte 3)

Ésta llevaba a medio hacer desde que entró Chema, o sea, justo al terminar de grabar “Un tío cabal”. Un riff muy British 70’s: Mott, Bad Company, Humble Pie, Faces, etc… La letra va de familias descerebradas: incesto, parricidio… El chico se desmorona y le internan en el cotolengo. Carta a la mamá, con la que mantenía una curiosa relación. Las consecuencias del estrellato, chaval.



X.- “Odio a los Nº1” (cara B-corte 1)

Un tema que no llegó a entrar en “La cuenta atrás”, pero que tocamos en directo hace ya tiempo. Asimilación de nuevas tendencias (renovarse o morir): Hüsker Dü, Sonic Youth… Hace buena pareja con “Hienas” o “No importa”, aunque creo que nos quedamos bastante cortos con las guitarras. La letra es bastante explícita y habla básicamente de resentimiento.
El epílogo: nuestro amigo tiene nueva escala de valores, así que rompe vínculos y se pierde entre la multitud, supongo.

El instrumental que se puede oír al principio (“Intro”) y al final del disco (no consta), es una variación de un tema que hice a medias con Esteban Hirschfield (él hizo la letra) estando en The Nativos, que tituló “Nightmare” y que luego versionearon los Pleasure Fuckers muy a su aire. Por último, decir que GASA, fiel a sus manías, ha extraído un tema (“Cuestión de pelotas”) del disco y lo ha metido en la nevera, suponemos que con vistas a un futuro recopilatorio de curiosidades inéditas o algo así. (Bingo, apareció un año después en el recopilatorio “Alguna copla de Los Enemigos” (N. del A.)).

Despídete.

Gracias. Adiós. Socorro.


JUANFRAN MOLINA

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