03 enero 2015

CUENTO DE NAVIDAD

Aterido, solo y abandonado en una oscura y solitaria calle de casitas bajas, imploró desde lo más profundo de su alma una manifestación del espíritu de la Navidad, por pequeña que fuese. En ese instante, una gran ventana se iluminó justo a su espalda, y de ella brotó como una estampida de color esta alegre canción.

No hay comentarios :