31 marzo 2012

¿ALGUNA PREGUNTA?


Hay una cosa que está clara, es especialmente importante que gobernemos nosotros en la Comunidad cuando el gobierno central es de signo contrario. Es la única manera de poner coto a sus desmanes, de exigir lo que es nuestro y evitar que la región sea ninguneada y abandonada a su suerte por el servilismo con que actuarían sus correligionarios. Acudir a las reuniones para hacerles saber que estamos dispuestos al diálogo pero no a cualquier precio. Que el votante nos ha elegido para contrarrestar ese pensamiento único que nos quieren imponer casi a la fuerza y que aspira a ahogar la diversidad que enriquece nuestra sociedad.

Pero, una cosa, también hay que tener en cuenta que es fundamental que gobernemos nosotros cuando el gobierno central es de nuestro partido. Es la única manera de llegar a acuerdos importantes a medio y largo plazo que beneficien y hagan progresar a nuestra región. El único modo de que ésta sea realmente respetada, de crear unos cauces de comunicación fluida que partan de la base del respeto y la consideración mutuos. Tener buena sintonía y conocimiento del otro en una relación bilateral de este calibre es clave para crecer en armonía con el resto del Estado y la Unión Europea, así como prosperar en un espacio común de progreso y desarrollo sostenible. ¿Alguna pregunta?

12 marzo 2012

LOS AÑOS DIEZ

Aún recuerdo los años diez, cuando se aniquiló el Estado del Bienestar, qué tiempos. La mayoría lo sentimos mucho, pero aceptamos que aquello era insostenible; algunos incluso lo celebraron como el fin de una lacra, la propulsión inmediata de la economía, estimulada por la necesidad perentoria o la zozobra. El liberalismo quitó la red de un manotazo y la casa cambió de dueño una vez más: cambiaron hasta las cerraduras. Gran parte de la población quedó fuera, sujeta a los barrotes, esperando entrar, y la que estaba dentro miraba la calle valorando lo fácil que era salir. Los mejor situados finalmente nos salvamos: partidos, sindicatos, asociaciones; la gente con contactos, ya sabes. Fundamentalmente se jodieron los de siempre, los anónimos, los que no se enteran, los que hacen cursos, colas y preguntan obviedades. Posteriormente volvieron las ayudas, claro, haciendo bien a mucha gente. La situación era complicada y todos acordamos solidarizarnos, firmar manifiestos, ocupar las calles algún domingo. Pero nada volvió a ser igual. Uno escribió algo sobre que El Estado del Bienestar había sido un deslumbrante edificio construido por la sociedad, que toda ella debía cuidar aportando y utilizando con responsabilidad los recursos públicos. Un paso definitivo en su evolución mediante el que la riqueza común se consagraba al bien común, lejos de migajas coyunturales. Todo pasado, qué tiempos.


Publicado en el nº115 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado al Estado del Bienestar.

05 marzo 2012

LIBREPENSAMIENTO

El pensamiento era dulce y excitante, todo encajaba, todo fluía. Culpables e inocentes exquisitamente uniformados desfilaban por el canal de televisión correcto. La lectura de las noticias y columnas oportunas apuntalaban sus certezas. Irradiaba la sonrisa del que no se deja engañar, el gesto displicente de quien apela a la acción; el comentario irónico, el suspiro grave. “Nuestra sociedad es compleja, por eso debemos tener más claras que nunca nuestras posiciones”, aleccionaba mientras las repasaba mentalmente, como si fuesen los ríos de la península. Todo cambió una noche de sueño pesado tras una copiosa cena y un breve avance en la lectura de un autor obligatorio que le aburría. Soñó que su boca se abría incontenible, que los pensamientos y opiniones que tímidamente comenzaban a arder en su mente terminaban licuándose y brotando irrefrenables, extendiéndose kilómetros y kilómetros. El brutal alivio que sintió al desahogarse desapareció ante el pánico que lo paralizó cuando un murmullo de desprecio creció a su alrededor y duros reproches eran lanzados contra su coche. Pero al despertar, la seguridad de ser un militante de ley volvió para tapar sus huecos y amordazar sus dudas, mientras todo se tambaleaba secretamente a su alrededor para siempre.