21 diciembre 2012

EL REY DEL 4º DERECHA


Mientras me dirigía al apartamento no pude dejar de pensar en él. Edu era un arquitecto de éxito, un esteta con pretensiones. El estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis económica le afectaron de pleno. Habitaba un amplio piso de soltero situado en el centro de la ciudad, el templo de su ego, que incluía un inmenso salón que albergaba la cocina, un baño de generosas dimensiones y dos habitaciones grandes, una utilizada como despacho y la otra como dormitorio con vestidor. Tras mucho tiempo sin recibir encargos, empezó a tener dificultades para llegar a fin de mes y para pagar el alquiler de su fastuoso apartamento. Decidió no confiar a nadie su situación real; sopesó la idea de cambiar de vivienda, pero su orgullo se lo impidió. Había soñado toda su vida con abandonar su barrio e instalarse en el centro. Jamás volvería atrás.
 
Se le ocurrió una solución transitoria aprovechando esa penuria que a él le acechaba: realquilaría, incumpliendo su contrato de arrendamiento, la habitación del despacho. La cosa salió bien, el nuevo inquilino pagaba religiosamente y aceptaba todos los extras que la codicia de Edu maquinaba. Dadas las circunstancias, pensó que podría hacer un poco más de dinero, así que alquiló una cama en una esquina del amplio salón, separándola con biombos. Como nadie ponía pegas y todos estaban encantados de vivir en el centro, los biombos proliferaron por toda la casa, dejando el salón reducido a un sofá y una tele casi pegada a las narices.
 
Todo se encareció paulatinamente, usar la cocina costaba una cantidad según tiempo y hora de uso, así como el baño, la lavadora se puso por las nubes, y los estantes del gran frigorífico eran algo inalcanzable para la mayoría de inquilinos. Los gastos comunes se repartían por un curioso método que incluía intereses leoninos y castigos ejemplares cuando no eran satisfechos. Tras convencer a sus huéspedes de que no abandonasen su nivel de vida, les hacía préstamos con intereses abusivos y penalizaciones incruentas, que más de una vez acabaron con alguno en la calle tras perder su ropa y objetos de valor. Edu, cada vez más alejado del mercado laboral, disfrutaba en su pequeño reino y ahorraba para retomar la agitada vida social que llevó en tiempos. A pesar de no ser propietario, en una reunión de la comunidad de vecinos, tirando de todo el carisma que pudo reunir y de su condición de arquitecto que tuvo nombre, se comprometió a gestionar y coordinar todos los trabajos de mantenimiento y limpieza del edificio, que descargó en sus chicos, la mayoría a cambio de un techo, sin derecho a espacio en el frigorífico ni llave y con dos duchas semanales algunos. Coincidiendo con esta tímida expansión, la economía general empeoraba y las necesidades acuciaban.
 
Así las cosas, el rey del 4ºD, siguió echando gente, quedándose con sus cosas y atrayendo otros inquilinos, mediante discretos y estratégicos anuncios, que ya eran directamente mano de obra barata. Numerosos inmigrantes sin recursos, estudiantes sin becas, empresarios arruinados, parados y divorciados se contaban entre sus víctimas; y entre los sospechosos, me dije, mientras fotografiaba los biombos.
 
 
 
Publicado en el nº146 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado a los compañeros de piso.
 
 

14 diciembre 2012

SONRISA

Siempre he sido una persona sonriente, no lo puedo remediar. A lo largo de los años es algo que me ha granjeado no pocas ventajas (salvo aquel equívoco que me costó el puñetazo), pero últimamente no trae más que desgracias a las desgracias. La noticia del desahucio ha sido, sin duda, lo más duro que me ha ocurrido en mi vida, que desde hace demasiados años no es más que una cuesta arriba sin sentido, sin final. Salarios cada vez más bajos, peores contratos y condiciones de trabajo que tenía que asumir con gesto humilde y agradecido, inestabilidad laboral y una hipoteca que amenazaba mes tras mes hasta que finalmente nos ahogó. Desempleo, intereses, penalizaciones, cantidades que se multiplican, deudas que surgen sin saber de dónde; ayudas, prestaciones y servicios públicos que han formado parte de nuestra existencia que desaparecen de un día para otro, y, finalmente, la imposibilidad real de afrontar los pagos. Mi mujer y los niños en casa de mis suegros y yo con mi madre, avergonzado y hundido. Pero, aún así, la sonrisa vuelve, no lo puedo evitar.
 
El día del desahucio yo no quería estar allí, prefería llevarme las cosas un par de días antes y abandonar la casa. Punto. Pero mi mujer me dijo, entre amenazas de divorcio y llanto, que había que luchar, plantar cara, hacer frente común para presionar al gobierno y a los bancos. Atraer a los medios y responder al apoyo de los manifestantes que acudirían. Estuve allí, claro, triste, violento, expuesto y abatido, abrazado a mis hijos que lloraban; pero casi al final, cuando pasó un antiguo amigo, no pude reprimir una sonrisa al saludarle que sorprendió a todos.
 
Se acerca la Navidad, evidentemente el peor momento de todo este proceso, al no poder ofrecer a nuestros niños ni tan siquiera un hogar propio para recibir y jugar con sus regalos, que serán muchos menos que el año pasado. El programa de la tele, en un acto revolucionario, quiere dedicar en Nochebuena un buen rato a hacer conexiones con familias sin hogar que pasan tan señalada fecha en casas de familiares o incluso refugios. No han hecho casting (sería algo horrible, desde luego), pero sí entrevistas previas a muchas familias. A través de una asociación mi mujer consiguió que nos visitara una reportera del programa. Durante la conversación, tremendamente emotiva, no pude contener algunas sonrisas, e incluso al final solté un inesperado chiste; todos se rieron, pero no nos volvieron a llamar. Mi mujer me ha comunicado esta mañana su intención de divorciarse a primeros de año.  Todo por la sonrisa.
 
 
Publicado en el nº145 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado a los desahucios.

11 diciembre 2012

APAGÓN (EL RELOJ SIGUE DESCONTANDO)


I

 
El apagón.

Recibido con decepción suspirada.

Agitación. Sorpresa ahogada

entre miradas sin destino

tratando de concretar imposibles.

El café no pudo escapar de la cafetera

y los objetos se paralizaron,

flotando en un abismo.

Pero siempre hay velas por prender

para morir hipnotizando.

Una pincelada de luz y una penumbra:

centros del mundo bailando.

Da tiempo:

a ser mordido por presentimientos,

a sonreír antiguas alegrías,

a digerir una ausencia,

a meter el futuro en un círculo,

o a que el pensamiento

se deshaga entre los dedos;

atando cabos que

suavemente se van desatando.

 
II
 

El silencio.

Atrae ecos olvidados de tu voz de antaño,

o acaso son las muchas palabras que no te he dicho,

que me sobrevuelan,

que se mezclan con el mundo de los grillos

y las maderas que gimen.

O acaso son mis pájaros,

cayendo uno a uno dentro de mi cabeza.

El silencio, que va acumulando sobre los hombros

su presencia, su gota fría;

filtrando estertores de impaciencia,

quejidos de ropa atenazada a los cuerpos,

cada uno en el sillón de su miedo.

 
III

 
La quietud.

Frágil,

interrumpida

por los faros de los coches

en Ciudad-Procacidad. 

Exhaladora de alcohol resignado. Cubierta

por infinidad de grillos

suspendidos en el aire. Compuesta

de maderas podridas a punto de ceder

y callejuelas desahuciadas por el trapicheo,

que se disuelven entre meadas

y, envejecidas, muestran los dientes

y sólo ves su vacío mientras

planean una venganza,

convertidas en bocas de lobo difíciles de prever.

 
IV
 

Solo.

Sólo tras el apagón

comencé a oír tu respiración,

y la convertí en mi música.

Sólo tras el apagón comprendí la bruma

Sólo tras el apagón encendí la espuma

Ahora sé que mi aliento transmite calor

a un tiempo acabado.

Ahora sé que todas las piedras

terminan siendo la misma piedra

 
V


La espera.

Esperando que se descascarille la negra pared

¿Hasta dónde puede llegar mi puño?

¿qué puedo romper?

¿qué puedo cambiar?

¿qué grita más fuerte, el odio o el amor?

Extendí mis manos y sentí la libertad,

jugueteando entre mis dedos.

Elevé, tembloroso, las palmas

y sopesé tu presencia

en este agujero.

 
VI
 

Promesa rota

de viaje en sorda espiral azulada,

que se irá desgastando por los bordes

al contacto de tus dedos, siempre tus dedos

luz, que muerdes y hasta aquí me llega tu latir:

potente, rechinante de rectas y contornos afilados.

Luz que chillas, paz carcomida en un segundo.

Luz que vuelves cargada de inútiles mensajes.

Estallando en mis párpados

cuando aún trataban de huir.
 
 
 
Poema publicado en el cuaderno de Creación nº10 de Palimpsesto.

07 diciembre 2012

EL FIN DEL MUNDO SERÁ EN ESPAÑA


Año 2.070: Documentos desclasificados del antiguo Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
 

“El descrédito alcanzado en este 2.015 por la totalidad de la clase política española, acusada de inoperancia, sumisión al poder económico y dedicación casi exclusiva a tejer una realidad paralela de intereses propios y componendas, ha desembocado en tal desapego por parte de la ciudadanía que se antoja casi irreversible. Por más que queramos, difícilmente se pueden considerar legítimas ante cualquier observador internacional elecciones, como las recientes municipales,  que cuentan con una participación del 36% en el mejor de los casos y un alarmante porcentaje de votos nulos. Llegados a este punto y ante esta inédita, inesperada y delicada situación de cuestionamiento absoluto del Sistema, susceptible de conducirlo al colapso, con el consiguiente perjuicio para todos, sin contar el daño irreparable a la imagen exterior de nuestro país y a la “Marca España” que tanto orgullo y alegría nos depara, una comisión secreta formada por los líderes de los principales partidos políticos e instituciones financieras de nuestro país, ha decidido afrontar de manera directa y definitiva el problema. Para ello ha elaborado la siguiente hoja de ruta que tiene carácter de secreto de Estado a todos los efectos:
 

Esta comisión, por unanimidad, y tras valorar las distintas opciones puestas sobre la mesa, concretadas en las diferentes subcomisiones de trabajo, ha optado por la nº 1, esto es, propagar de todas las formas posibles y por todos los medios de comunicación a su alcance, la especie de que, según un astrólogo del s. XI (detalles a desarrollar), el fin del mundo se producirá en el momento de mayor esplendor, equilibrio, transparencia y justicia del planeta. La sensación a nivel global de que todo funciona será algo así como la dulce antesala del último día (detalles a desarrollar). Por eso, mientras el mundo sea injusto, desigual y oscuro y haya que seguir sufriendo y luchando para mejorarlo, no se detendrá.”
 

“Valoración del resultado de la comisión: Aceptable.”
 
 
 
Publicado en el nº144 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado al fin del mundo.

04 diciembre 2012

MICRORRELATO (6): BUCLE

El presente era el estruendo del cohete, prendido con un cigarro; el futuro su estallido sordo de color, antesala de caprichosas posibilidades. Y así.

30 noviembre 2012

EL INFORME G.


Pedro G. era una auténtica promesa de la política local. Dinámico, simpático y seductor sabía estar en su sitio. Era el mejor estudiante, el gran tiralevitas, el chico para todo, siempre en su coche de un lado para otro con su peinado hacia atrás. En el partido le apreciaban y valoraban su fidelidad y discreción. Conforme pasaban los años fue desarrollando además, para sorpresa de todos, una gran templanza, y ese carácter y aparato gestual que le podían hacer pasar perfectamente por la clase de persona que por alguna razón piensas que no te va a engañar nunca. Sólo le fallaban las paletas, las tenía separadas y algo torcidas, tal es así que sus enemigos le llamaban secretamente Sánchez Gordillo. En su etapa en las juventudes del Partido Popular no hubo problema, la única pega que encontraba su dentadura era que evitaban cuidadosamente colocarle detrás de los candidatos en los mítines. Pero llegado el momento de dar el salto al fango político, y ponderando su potencial como posible candidato a cualquier cosa, fue invitado entre blancas sonrisas a corregirse “un poquito lo de las paletas”, cosa a la que Pedro sorprendentemente se negó. Su novia, Concepción L., de los L. de toda la vida, se puso hecha una furia y le llamó Sánchez Gordillo, a lo que él respondió con una sonrisa de satisfacción, como si llevase tiempo esperando esas palabras. Obcecado como estaba en su postura, su caso (el informe G.), pasó por todos los despachos de los altos cargos y viajó incluso en la bolsa junto a las raquetas de paddle de algún destacado dirigente. Finalmente, y ante la certeza de que era el candidato ideal para la alcaldía de su ciudad, Pedro fue reclamado para una reunión del máximo nivel en la sede nacional del partido. Allí, rodeado de jerifaltes que le suplicaban que se arreglase las paletas mientras su prometida esperaba fuera taconeando su desazón, Pedro, mostrando una amplia sonrisa que enseñaba unas piezas dentales más separadas que nunca, declaró su hasta entonces oculta admiración por Sánchez Gordillo por el hecho de hacer política y estar en continua exposición pública con semejante dentición y, ajeno a los comentarios que volaron por la habitación acerca de que eso le venía que ni pintado a la imagen que quería proyectar el alcalde de Marinaleda, declaró con una palmada en la mesa que mientras Sánchez Gordillo sacara ese baile de paletas a pasear él haría lo propio, abandonando acto seguido la sala y pasando de largo ante su novia. En la sala de reuniones y en pleno ataque de histeria y desesperación, alguien pidió el teléfono de Diego Valderas (coordinador general de IU-CA), un hombre con altura de miras y abierto a cualquier tipo de negociación, según el parecer de todos.
 
 
Publicado en el nº143 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado a la ortodoncia.
 

27 noviembre 2012

EL TIQUE (4)


Mientras caminaba por la acera empezó a sonar su móvil. Un sonido potente que alertó al resto de viandantes, a pesar de que parecía llevarlo en un sótano de su bolso. Tras unos agitados segundos braceando hasta dar con él, contestó. Escuchó, aulló y miró a los lados; por lo visto, alguien había muerto: “¿Quién?... no me suena, dame alguna pista, no seas mala, no me tengas en ascuas… ¿la de la papelería?... ah, es verdad, que esa ya se murió. Ah, se me olvidaba, he comprado un árbol de Navidad chulísimo, ya lo verás, valía 130 pero estaba al 50%,… ¿que a ti el tuyo te ha costado lo mismo sin el descuento?, bueno, qué ladrones, de todas formas tengo el tique, a mí no me la dan. ¿Tienes que ir al entierro?,… joder, estoy deseando recordarla pero no me viene, qué rabia joder… sí, compraré el árbol donde tú… sí, tengo el tique, lo devolveré y punto. Vale, escápate pronto del entierro, y vamos a comprarlo juntas. Le das un abrazo a algún familiar que te suene que me conozca… Sí, sí, y tomamos café y vamos de tiendas. Un besazo”.

23 noviembre 2012

EL ROTULADOR EN EL OJO


Estaba sentado en la oficina gris ante la pantalla de mi ordenador, rodeado de carros repletos de carpetas, observando pautas y archivando expedientes, anotando trámites, buscando soluciones en cajones; así hasta que miré por la ventana y algo llamó mi atención. Había una larga fila de ordenados caballetes en la plaza cercana. Decenas de niños uniformados dibujaban en silencio mientras el profesor revisaba su teléfono móvil. La inspiración parecía llegar del entorno: la fuente del parque, árboles, perspectivas, bancos, etc. Uno de ellos pintaba otra cosa, una cara como de cómic o algo así, con una gran sonrisa y unos ojos enormes y vivos; utilizaba muchos colores, en contraste con los lápices y carboncillos de sus compañeros. Otro de los chicos, algo más alto que los demás, apareció por detrás y comenzó a increparle, dándole palmadas en la cabeza ante las risitas cómplices del resto. Finalmente cogió uno de los rotuladores de colores y atravesó uno de los ojos del dibujo, dejándolo allí clavado. Por sus gestos, me pareció entender que quedaba totalmente prohibido tocar ese rotulador, algo que provocó comentarios entre los alumnos, cada vez más excitados. El niño parecía tranquilo, distinto, acorazado diría yo. Rebuscó en su bolsa y sacó papeles de periódico que manipuló y dobló hasta conseguir un cilindro que se dedicó a pintar de diversos colores ante la mirada curiosa de los otros. Sin llegar a rozarlo, con ese artefacto cubrió el rotulador, que parecía ahora un cohete espacial; después trazó un círculo alrededor de la cara que había pintado y lo adornó de otros círculos, líneas y trazos, quedándole una especie de planeta sonriente. El conjunto me recordó lejanamente algo como de la niñez, pero no sabría decir qué.
 
 
 
Publicado en el nº142 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado a los bolis en el ojo.

16 noviembre 2012

EL TEATRO MÁS GRANDE DEL MUNDO

Fue en el centro de una capital europea, la fachada de un teatro lucía majestuosa, perfectamente iluminada. Paco respiró hondo y apretó la mano de su pareja. Una vez dentro del restaurante, tras finalizar su paseo, hubo de encerrarse en el baño para gritar su emoción ante el aguijonazo de una gran idea. De vuelta a España fue creciendo kilómetro a kilómetro hasta llegar a su pueblo siendo su alcalde y un político de renombre provincial, dejando atrás al pequeño turista sonriente. La idea consistía en construir un gran teatro en su localidad, a pesar de contar ésta con poco más de mil habitantes. Convenció durante un almuerzo a sus concejales y otros jerifaltes del partido, y el proyecto se fue concretando en sucesivos ágapes. La fachada era su obsesión, imponente, gloriosa; toda una aparición de belleza clásica a dos calles de la carretera general y la gasolinera. Una vez tuvieron los distintos presupuestos en sus manos, calcularon el momento de inicio de las obras para que terminasen con el tiempo justo para inaugurar el teatro antes de la fecha de convocatoria de elecciones. Sin embargo, durante el proceso, a Paco comenzaron a presionarle desde altas esferas por todas las cosas que el partido rival construía en la poblaciones cercanas, así que, ni corto ni perezoso, puso otra gran idea sobre el mantel del restaurante en un almuerzo del partido: El Teatro Más Grande del Mundo. Como había dinero y las obras iban a un ritmo rapidísimo, Paco consiguió aumentar el proyecto y multiplicar las licitaciones con la inclusión en el mismo complejo de dos pistas de paddle y una de fútbol sala, un gimnasio, un restaurante, un centro de interpretación de la cultura ancestral del pueblo, dos plantas de aparcamientos en los sótanos, y un coqueto hotel de cinco estrellas que realzase el aspecto rural y diferencial de la zona. Todo contenido en la grandeza de la luminosa fachada, por supuesto. Un par de años después, los analistas llegaron a la conclusión de que los habitantes de aquel pueblo habían vivido muy por encima de sus posibilidades.
 
 
 
Publicado en el nº141 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado a las obras públicas absurdas.

11 noviembre 2012

CÓDIGOS ÉTICOS

Los Mercados han impuesto a la Unión Europea un código ético, la Unión Europea ha impuesto a los gobiernos dos códigos éticos, los gobiernos han impuesto a los bancos tres códigos éticos, los bancos han impuesto a los empresarios cuatro códigos éticos, los empresarios han impuesto a los trabajadores cinco códigos éticos. Los trabajadores han impuesto a. FIN.

09 noviembre 2012

UNA HABITACIÓN CON VISTAS

No admitiré más fotos, estoy harto de que los del pueblo seamos la atracción de todos esos turistas extranjeros o procedentes de ciudades españolas que parecen turistas extranjeros, con ese aire que se dan de no haber pisado un pueblo en su vida. Estoy harto de sus autobuses y de los guías buscavidas que llaman a mi puerta a cualquier hora. De sus preguntas absurdas y risitas. De sus monedas de cincuenta céntimos o un euro sobre el ataúd. Al principio tuvo gracia: unas fotos, los periódicos, algunos reporteros de televisión, etc. Pero ya no. Todos nos machacaban con aquello de que teníamos que crear riqueza por nosotros mismos, nos amenazaban con retirar toda ayuda o subvención, los medios paseaban las fotos de los más desdentados y las viviendas más ruinosas por todo el mundo. Por eso un día, Pedro, el alcalde, que vive en la ciudad, nos reunió a los trescientos cuarenta y ocho vecinos que quedamos para hablarnos de las vistas del cementerio, de su situación privilegiada en lo alto del monte, algo único a nivel mundial, decía; de lo incómodo del acceso, de que estamos todos cada vez más mayores, de que la vejez es inexorable; de ecología, de economía sostenida y más cosas. Total, que nos convenció para cambiar el cementerio de sitio y que en su lugar construyesen unos apartamentos de los que por ahora sólo se ve la estructura de hormigón a medio hacer. Después de derruir a todo correr el muro encalado y los tejados, destruir los nichos y arrancar los cipreses, que bien altos estaban, ya no se ve movimiento alguno. La cosa es que Pedro, un par de días antes de comenzar las obras, nos volvió a reunir para decirnos que faltaban unos permisos o no sé qué, y que ese cementerio reluciente y amplio que nos iba a construir la promotora en menos de una semana aquí cerquita, en el antiguo campo de fútbol, se iba a retrasar unos días. Así qué, tuvimos que guardar provisionalmente los restos de nuestros muertos en nuestras cocheras y patios. Y ahora van pasando los meses y nada. Excusas, promesas, que si crisis, que si ERE, que si bancos, que si la Administración Central, y mientras, nosotros rezando para no morirnos en estas condiciones y creando riqueza por nosotros mismos dejándonos fotografiar junto a los féretros con el traje típico puesto y una sonrisa.



Publicado en el nº140 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado a los cementerios.

05 noviembre 2012

SOLIDARIDAD (3ª ACEPCIÓN).

Solidaridad: (3ª acepción). Sostenimiento por parte del pueblo español de la causa de la banca y del mantenimiento de los privilegios políticos. Añadiendo generosamente a la carga de su propia tragedia individual la parte de culpa que el poder estime oportuna, así como las necesarias subidas de impuestos y la pérdida de coberturas sociales básicas, derechos, perspectivas y posibilidades; afrontando una deuda que heredarán los hombros solidarios de sus descendientes.

02 noviembre 2012

LA VERDAD SOBRE EL CASO WERT

- El testigo puede proceder.
- Sí. Recuerdo que hace años estábamos en unas jornadas sobre educación organizadas por el partido, fastidiando al PSOE y parcheando aquí y allá cuando apareció ese fantoche alarmista e hizo que se nos atragantaran los canapés. Intervino y empezó a poner frases hechas sobre la mesa. Que si había que mejorar ostensiblemente la preparación y el sistema de selección del profesorado; que si aquello de ceder y dejar a un lado actitudes partidistas e ideológicas para establecer un verdadero pacto de estado; que si más y mejor inversión en educación, que si tal y cual. Le tocó las narices a todo el mundo, y encima era brillante y buen orador. Continuó atizando allá donde lo dejaron hasta que algunos meses después los de arriba dieron el paso, incluyéndolo dentro del programa R.A.P. (Reformulación y Actualización Política). El tipo en cuestión desapareció del mapa y tiempo después, aprovechando parte del desparpajo y elocuencia del original, apareció el nuevo Wert. Fue uno de los primeros Individuos, por lo que presentaba ciertas imperfecciones que otras reformulaciones posteriores han superado totalmente. Entre ellas algunos tics, los saltitos y la sobreexcitación al hablar, cierta sonrisa entre tensa y bobalicona (excesiva a todas luces al combinarla con unos ojos más saltones que antaño); una irrefrenable tendencia a verbalizar pensamientos sin filtro; movimientos de cuello ondulantes como los perritos de adorno que mueven la cabeza en los coches, etc. Debido a todos estos fallos dio que hablar y en algún momento caldeó el ambiente de forma inesperada, pero ya estaba desactivado.



Publicado en el nº139 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado al ministro Wert.

30 octubre 2012

DESAHUCIOS

En una sociedad como la actual y un país como el nuestro, el hecho de que las personas pierdan su vivienda habitual por no poder pagarla, quedándose en la calle, me parece de todo punto inconcebible. Situaciones así conducen en más ocasiones de las que pensamos al súmmum de la desesperación y a un callejón sin salida que fácilmente desemboca en el suicidio. Es algo que siempre ha pasado, con mayor o menor frecuencia, personas que se quitan la vida al verse acorraladas por las deudas, no disponiendo de margen ni de posibilidades reales de satisfacerlas, ni siquiera de generar algún tipo de ingresos a corto plazo. Antes, la gente observaba estas tragedias poniendo cara de circunstancias y mirando hacia el suelo para lamentar con leves movimientos de cabeza la mala gestión que el fallecido hizo de su empresa o patrimonio o, por el contrario, afeaba su actitud con gesto displicente en la barra de algún bar. Ahora las cosas han cambiado (se han derrumbado), y son muchísimas las personas que están siendo o serán desahuciadas de sus hogares. Decenas de millares a las que les es materialmente imposible satisfacer sus hipotecas y préstamos. Aún quedan voces que narran con media sonrisa y mirada chispeante cómo muchas de estas personas invirtieron mal, arriesgaron demasiado y pecaron de imprudentes o ambiciosas. Pero lo cierto es que, aunque en bastantes casos esas afirmaciones sean ciertas, la situación actual es de total descarrilamiento, no de terreno empinado o pedregoso; y está arruinando o limitando seriamente las posibilidades y el futuro de toda una generación de españoles. Mucha gente ha sido atropellada por esta crisis, independientemente de que hayan esperado a que el semáforo se ponga en verde o mirado a los lados antes de cruzar. Viviendas que eran adquiridas para crear un hogar hubieron de ser pagadas a un precio excesivo por parejas que a los pocos años han perdido de forma inesperada su empleo, o visto reducido significativamente su salario. El perverso efecto dominó de la crisis sobre el empleo, los salarios o los servicios sociales coloca a la sociedad en una situación de indefensión tal que no debería estar incluida entre esas “reglas del juego” que nos han hecho tragar desde siempre la posibilidad de que alguien pierda su techo de forma taxativa e incruenta.




“Creo firmemente que es fundamental para el futuro inmediato de nuestra sociedad que los gobiernos (sean del signo que sean) demuestren que, llegado el caso, están verdaderamente dispuestos a plantar cara al poder financiero y defender la dignidad de su pueblo”



Aceptando que una persona debe hacer frente a sus compromisos a la hora de firmar una hipoteca o un préstamo, la lógica natural nos dice que si pide dinero para comprar una vivienda y no puede hacer frente a ese pago debería perder la propiedad de la vivienda (dación en pago) no el valor que el mercado le conceda actualmente, aprovechándose obscenamente del mismo ahogo de la economía que deja a esa familia desprotegida y fuera de juego. Una vez quede claro que la vivienda pasa a ser propiedad de la entidad bancaria acreedora, si una familia no dispone de otro sitio en el que vivir, pienso que es obligación ineludible del Estado velar por el mantenimiento de su dignidad, de sus condiciones mínimas de vida. Para ello, los poderes públicos tendrían que obligar a esas entidades bancarias que tan sucio han jugado, y que se van a sanear con un dinero público que endeudará a generaciones venideras de españoles a favorecer, incluso perdiendo dinero, la permanencia de sus antiguos propietarios en dichas viviendas, alquilándoselas (como ya ha ocurrido en casos puntuales) en condiciones lo suficientemente flexibles; revisando caso por caso bajo control judicial, si es preciso. Creo firmemente que es fundamental para el futuro inmediato de nuestra sociedad que los gobiernos (sean del signo que sean) demuestren que, llegado el caso, están verdaderamente dispuestos a plantar cara al poder financiero y defender la dignidad de su pueblo.

26 octubre 2012

140

¿Cuánto se tarda en pronunciar ciento cuarenta caracteres, diez segundos? No puedo estar tomando café en una terraza con amigos y fabricar frases inteligentes y mordaces cada cierto tiempo para que duren tan poco. Es agotador. Luego no se te escucha entre todo el runrún insustancial circundante y tienes que repetirlas un par de veces, por lo que pierden todo el impacto y, claro, después no te vas a poner a escribirlas en la Red. Encima, su respuesta, su aprobación, dura un instante: alguna risa o algún leve comentario desganado mientras sus móviles no dejan de pitar. Qué desidia, qué forma de desperdiciar el empuje del pensamiento. Creo que todos bajan la guardia cuando apartan la mirada del ordenador.  Entran en el absurdo sopor de toda esa gente que transcurre por el mundo como un fantasma desconectado, sin estar alerta de lo que pasa de verdad. Toda la mezcla de rutina y buen rollo de estos “cara a cara” puede conmigo. Los miro. Cuando llegue a casa les mandaré un correo privado a cada uno comentando esta velada con ironía e indulgencia, si siguen igual los eliminaré (clic). Y después me sumaré al vórtice global, a la verdadera realidad, para tomar el pulso a mundos interconectados que no paran de temblar, sintiendo el tiempo volar entre la fugacidad de fotografías oportunas, risas, mensajes incendiarios, comentarios agudos, insultos, apoyos, o audaces reflexiones cogidas por los pelos. Pero, ahora que lo pienso, no guardo mal recuerdo de aquellos lazos de amistad de antaño. Cualquier tertulia se resolvía con cuatro onomatopeyas y tres opiniones bosquejadas. Colgábamos  nuestras teorías e interrogantes en el aire y pasábamos a otra cosa mientras el tiempo corría que se las pelaba, dejando sin embargo al pasar una leve caricia.



publicado en el nº138 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado a las redes sociales.

19 octubre 2012

A ESTE LADO DE LA PANTALLA

De vuelta al pueblo un tractorista me increpa por un adelantamiento. Sin perder mi media sonrisa le hago una leve señal para que cierre el pico mientras contesto al móvil; en esto la guardia civil me obliga a detenerme. No puedo ni plantearme ahuecar el ala. Hay otro coche parado al lado y su conductor me lanza una cansada mirada que yo interpreto como un “bienvenido al club”. Asqueado de tanta curva y tanta pérdida de tiempo, oculto el teléfono y paso de quitarme las gafas de espejo; sin embargo, el poli, lejos de, tomándome por un “sudes”, desconfiar y acercarse lentamente acariciando su arma con disimulo, viene a paso ligero rascándose la entrepierna y, después de desplumarme con la multa, me suelta una bronca que dura más de lo debido; no puedo ni siquiera darme el gusto de llamarle “agente”. Llego con paso apresurado a mi puesto de funcionario en el ayuntamiento con el traje levemente arrugado y soltándome el nudo de la corbata, atravesando una muchedumbre de compañeros uniformados con vaqueros y camisas a cuadros de eterno entretiempo. Es ese típico lugar de trabajo en el que nadie pone una excusa para esfumarse cuando está de más (se limitan a quedarse mirando con los brazos cruzados y los que se tienen que largar son los interesados). Como cada día, llevo mi café americano en vaso de papel; menos mal que ya se han acostumbrado, antes se mofaban, a la vez que se asustaban por la vitalidad que derrochaba. Que les den, ya se ha acabado eso de aparecer con una bolsita de donuts para compartir; me los como pensativo junto a una papelera, observando el tráfico en la esquina más concurrida. Mirando escenas que duran siempre más de lo debido. No como en las series norteamericanas, donde hasta lo más inverosímil termina encajando; con esas miradas y gestos cargados de intención y oportunidad, sus elocuentes silencios, sus frases cortantes, y el ritmo siempre ágil de unas vidas en las que no paran de pasar cosas que duran lo justo, sin todos esos cabos sueltos de tiempo que a este lado de la pantalla se traducen en más años de los debidos.



Publicado en el nº137 de la revista de humor on line "El Estafador" dedicado a las series de televisión.

12 octubre 2012

EL PEZ BANDERA

La vida del pez bandera transcurre entregada al diseño de una sinuosa travesía sin fin, por tal de evitar indeseados roces con otras especies o elementos tóxicos que dejen marcas indelebles en la bruñida y blanca identidad de su aleta superior, esa que a veces brilla tan cegadoramente que rara vez vuelven a recuperar la vista quienes se envuelven en su fulgor.  Excluyente e invasivo, expulsa de su gran boca a infinidad de organismos que tienen su hogar en ella y atrae a sus fauces a otros muchos que quieren tener su casa en otra parte. Sus dientes y su lengua ensalivan complejidades hasta crear una masa uniforme y blanda, silenciosa y unívoca. Siempre jugando con las mareas, dibuja fronteras con una cola a la que llama Libertad. Los peces bandera patrullan su trozo imaginario de fondo de mar sin dejar de mirarse, pero sin tocarse, odiándose en silencio o susurrándose amenazas; pacientes y mentirosos. No se reproducen, son animales milenarios que, obligados a vivir eternamente; a arder y a renacer; pelean a veces entre sí con la absurda ilusión de poder aniquilar al otro (siempre el otro), escupiéndose vidas y  golpeándose con la cabeza, de la que solo caen seres muertos e inermes que un día creyeron en ellos.



Texto incluido en el libro de relatos de Juanfran Molina "Ciclorama".

05 octubre 2012

SOLEDAD

“Ya se nota que van más abrigados los presentadores, este otoño viene frío. La del tiempo ya no se pone minifaldas, y mira que está guapa; lástima que salga tan temprano, si no toda la gente se quedaría prendada de ella en las televisiones del centro comercial. Qué tranquila es la mañana, comparada con las peleas de la tarde, hay que ver cómo se insultan y atacan, ¡y es que se nota que es de verdad, que se llevan a matar! Y el vecino de enfrente siempre pendiente de lo que veo en la tele para ponerlo él, como un día la apague se va a enterar”.

“Ya está la del bloque de enfrente mirándome de reojo, qué mal disimula. Recuerdo hace cuatro años, cuando estuve subido a una escalera tres horas y ella sin perder detalle, y yo sin bajarme por tal de ver qué hacía, y ella con la cabeza de un lado para otro, de la pantalla a mi ventana, nerviosa perdida. Ya viene el frío, el de los deportes sale con una chaqueta más gruesa, y ellas con cuello alto. Eso lo hacen para protegerse la garganta y no tener problemas con la voz. Seguro que los tertulianos de media mañana y los del fútbol de la noche vienen también abrigados. Y es que anoche dijeron que iba a hacer frío, aquí también”.




Texto incluido en el libro de relatos de Juanfran Molina "Ciclorama".

03 octubre 2012

MICRORRELATO (5): LA PROMESA.

“Prometo no contárselo a nadie”, dijo mientras luchaba por ocultar un oscuro placer, componiendo un gesto serio del que escaparon los fuegos artificiales de sus ojos.

28 septiembre 2012

EL IMPULSO

Cuando el impulso llegó aún viajaba en el asiento trasero del coche oficial. Esta vez sólo se desanudó un poco la corbata y respiró hondo, no se atrevió a acariciarse levemente, como en otras ocasiones. Últimamente se imaginaba como algo perfectamente posible que su conductor, tan rígido y hostil a su manera, tuviese instalada una cámara en la parte de atrás de su gorra. En ese momento le vino a la cabeza aquel proyecto de los robots conductores, afortunadamente olvidado en su opinión, alguna ventaja debía tener no haber querido invertir un duro en investigación. Porque por lo demás todo eran inconvenientes: manifestaciones, desprestigio creciente, críticas aviesas hasta del sector empresarial (de qué van ésos), y una decepción secreta clavada de por vida. Un grupo de investigadores universitarios había conseguido desarrollar su sueño en una universidad estadounidense, tras abandonar el país por falta de comunicación y medios. Se trataba de un prototipo (que él hubiese podido ver crecer día a día) que superaba la vulgar idea de muñeca hinchable: en un futuro no muy lejano será una compañera suave y fiel, escuchará, reirá, conversará, mantendrá la mirada y dejará caer los ojos, chateará con su dueño, manifestará deseos sexuales, se mostrará apasionada y cariñosa; podrá ser terriblemente carnal o hacerse invisible mientras mitiga cualquier impulso en los lugares más insospechados. Y todo eso, que le hubiese devuelto la vida, se escurrió de entre sus manos el día que tuvo el impulso de aceptar alegremente los recortes en su departamento.




Publicado en el nº134 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado al sexo.

23 septiembre 2012

MENSAJE EN UNA BOTELLA (16)

ANN MARLOWE "Cómo detener el tiempo (La heroína de la A a la Z)" ("How to stop time. Heroin from  A to Z". Traducción de Roger Wolfe, Anagrama, 2.002).


A las historias sobre consumo de drogas, como la propia autora señala, le han sido conferidos oscuros poderes por la cultura de nuestro tiempo. Las confesiones de quien dio ese paso siempre encierran un punto de fascinación y vértigo distinto al de otras vivencias; pero corren el riesgo de buscar la redención, convirtiéndose en un disimulado pero apretado abrazo a los valores imperantes, o de ser un púlpito autoindulgente desde el que pontifica, generalmente de forma sesgada, alguien que viene “del más allá”. Se centran con frecuencia en lo escabroso y se suelen poblar de antihéroes masacrados por El Sistema y las miradas grises de sus vecinos.

La escritora Ann Marlowe, heroinómana durante siete años, consigue burlar todos esos lugares comunes con naturalidad. Nos transmite su experiencia, y a través de ésta su visión de las cosas, utilizando esa etapa como detonante de múltiples ángulos de visión dentro de un punto de vista ya de por sí personal. Lo hace de forma fragmentaria (nosotros nos encargamos de montar la foto final), a base de entradas ordenadas por orden alfabético. Esta estructura evita tiempos muertos en la intensidad de lo narrado y dota de agilidad al libro, junto con la capacidad de concreción de la autora, entre otras cosas una gran observadora. No es un texto morboso ni epatante; tampoco es una justificación; se trata de una reflexión (a veces disección) exenta de dramatismo impostado, sincera, serena e inteligente, en la que se asoma sin rubor a su interior, escarba en sus recuerdos familiares y lanza teorías interesantes, curiosas e incluso controvertidas. Relata anécdotas, ironiza sin estridencias, y bucea en aquellos años tratando de explicarse a sí misma y el mundo que la rodea para acabar radiografiando la sociedad de su tiempo, como debe ser.

09 septiembre 2012

EL EQUIPO

Alfredo había comentado algo sobre la irregularidad de la pared, levantada toscamente con bloques de hormigón, como con prisas. Y es que la gente ya no construye bien, no termina las cosas con esmero. Aunque se trate de cercar una propiedad inicialmente poco valiosa, debe hacerse bien, ya que también forma parte de la estética de nuestro pueblo. Estando en la casa de campo de Rafa, el día que llevamos a los niños a la piscina para que se bañasen y estuviesen juntos, decidimos revestir el trozo de muro elegido con una consistente capa de pintura blanca. Hubo voces en contra; algunos temían, y no les faltaba razón, que tardaríamos mucho más tiempo, y que no era necesario complicarse la vida de esa manera. Pero finalmente nos inclinamos por hacerlo llevando a más gente. Si trabajamos rápido y en silencio tardaremos lo mismo y el efecto será mucho más impactante, expliqué mientras me encargaba de la barbacoa.

Así fue. Cuatro de los muchachos pintaron perfectamente organizados un rectángulo blanco de las proporciones que habíamos calculado, después yo fui señalando los espacios para cada letra. Por su parte, Anabel y Lourdes, dos buenas dibujantes de pulso firme, comenzaron su labor. Como habíamos votado después de los cafés, tras la insistencia de mi mujer y mi suegra, todo sea dicho, la primera y última letra las hicimos el doble de grandes, y el texto tomó una forma algo arqueada. Félix se quejó de que podía parecer un inocente y vulgar reclamo publicitario, pero yo, y creo que no me faltaba razón, le hice ver que chorreantes letras rojas sobre blanco ayudaban a la claridad de nuestro mensaje. Al terminar, recogimos todo velozmente y nos subimos a la furgoneta. Conduje hasta la rotonda para cambiar el sentido de la marcha, y, aparcados unos segundos junto a la acera de enfrente, leímos nuestro trabajo en silencio, ya un poco más relajados y claramente satisfechos: “Te conocemos, estás muerto”.

01 septiembre 2012

DEMOCRACIA CARCOMIDA

Vivo en un país en el que se apela cada mañana a la libertad de expresión con el excesivo boato del vendedor de humo, sin que ésta esté aún incardinada en la esencia misma de su convivencia. Donde es realmente santificada o limitada, según los casos, cuando hay negocio o intereses importantes de por medio; y generalmente es interpretada como si fuese un accesorio, un gracioso adorno a nuestra existencia, que consiste básicamente en buscarse la vida sin cuestionar la corrupción endémica ni las estructuras de poder, y en aguantar tanto como consumir, como no paran de repetirnos últimamente. Mientras los gobiernos de turno tiendan a acallar voces rodeándose de profesionales afines o dóciles en los medios de comunicación de gestión pública o privada, nuestra democracia no habrá derribado una negra pared ni levantado el vuelo, y una democracia que no levanta sus alas, quedando con sus mejores impulsos retenidos para que no enturbien tiende a pudrirse; ni crece, ni alumbra, ni garantiza un marco vital justo para nadie. Como ocurre hoy en mi país, que tiene como sistema político una democracia carcomida.

Vivo en un país en el que las voces que enseñan, enriquecen y ofrecen puntos de vista estimulantes, son ahogadas por la cacharrería de titulares y los mensajes rápidamente digeribles, certeros y directos, aunque siempre sesgados, cuando no falsos, de todo un ejército de taimados mediocres (y su estela de simpatizantes) cuya cualidad máxima es disponer de la suficiente mala leche para manipular, mentir y enredar a sabiendas durante la totalidad de sus carreras profesionales, cuajadas de méritos partidistas. Gente que te hace el juego de espejos para justificar exactamente lo mismo que en otro momento criticarían. Que sonríen quedamente ante la venganza, que aquí se escabecha en aceite y estalla pringosa y malencarada.


Vivo en un país de curillas de lengua previsible y fácil; de misa diaria ideológica para comulgar con ruedas de molino empapadas en embustes asumidos; de susurrantes capillas cerradas que vuelven la espalda o señalan con el dedo a los que no piensan como ellos; que insultan y apartan a los que han votado a otro partido o a los que no han votado. Un país de sacapechos cargados de melladas de hojalata que les hacen los dueños del cotarro; que mueven a la risa, aunque más bien a la tristeza y a la rabia.


Vivo en un país que quizá no ha querido madurar, dificultado como ha estado siempre para hacerlo; acostumbrado a vivir manipulado por un Estado que se ha traído de la noche de la dictadura aquello que le ha convenido, para refinarlo y edulcorarlo posteriormente en las reuniones del partido. Un país que ha asumido con resignación, y puede que cierto alivio, el menú maniqueo de buenos y malos, de nosotros o ellos, del ahora o nunca. Que ha dejado hacer a una clase política sospechosa, cuya validez depende única y exclusivamente de la capacidad de exigencia de su electorado; un grupo mucho más homogéneo de lo que da a entender que lo primero que aprendió al desembarcar en nuestras vidas es a desactivar esa capacidad, que es la base para que una sociedad se desarrolle y crezca en la libertad y el respeto.


Vivo en un país triste y abatido a pesar de la fluidez con que nacen los chistes y el constante pataleo en el aire; temeroso con la que está cayendo y lo que se avecina. Pero no podemos por ello dejar que la vulgaridad continúe campando a sus anchas, domine nuestra vida y determine nuestro futuro. No podemos llegar al punto de agradecer el pan que nos llevemos a la boca olvidando a cambio todo lo demás. Aún sin ser los principales culpables, nos han convertido en los únicos responsables de los problemas que nos asolan: nosotros y nuestros descendientes tendremos que pagar la cuenta. Para ello nos obligarán a callar, a trabajar por menores salarios y en peores condiciones; nuestros derechos podrán ser puestos en entredicho y nos limitarán el acceso a la cultura como comunicación de ideas y constante aprendizaje. Nos convertirán, finalmente, en complacientes votantes a los que, cuando mejoren las cosas económicamente, no les interese rascar más allá de la superficie por temor a la oscuridad, a descubrir la verdad

21 agosto 2012

FERIA

Los ojos curiosos de los niños parecían más vivos que nunca, arremolinados como estaban alrededor de la gastada manta sobre la que descansaban juguetes y cachivaches caídos de la locomotora del tiempo. Armas de plástico, pelotas, muñecos de todo tamaño y color, cochecitos y motos, minúsculos utensilios de cocina; muñecas de mueca borrosa que daban la sensación de haber recorrido medio mundo, incluso pasando hambre y miedo. La feria avivaba la algarabía con música estridente, envolvía a las gentes en su delirante dinámica como un ansioso y gigante pañuelo multicolor, las embadurnaba de ilusión, de cegadoras bengalas de esperanza. Los saludos se hacían más cordiales y las risas brotaban desbridando pesares. Entre los trajes limpios y bien planchados que esquivaban con gracia la estrechez en la noche estrellada, el alcohol abría sus brazos de par en par en esa pequeña superficie triangular llamada ferial, donde desembocaban multitudes procedentes de focos de oscuridad y desempleo.

Los niños alucinados tiraban de los pantalones de sus padres mientras estos maldecían a los bancos y planeaban escabechinas contra la crisis. Pedían dinero para comprar algún juguete y salían disparados con su pequeño corazón latiendo poderoso, repitiéndose casi en voz alta los consejos paternos al apretar las monedas en sus manitas. Mientras el vendedor acuclillado comprobaba con un cigarro en la boca que el cargador de una pistola de juguete funcionaba, apuntando contra una pared, los niños le gritaban que solo iban a pagarle la mitad del precio que les había dicho. 



texto incluido en el libro de relatos de Juanfran Molina "Ciclorama".

16 agosto 2012

RIQUEZA VERSUS POBREZA (REFLEXIÓN EN EL PASILLO DE LOS CONGELADOS)

Diego Valderas (actual vicepresidente de la Junta de Andalucía, con más de treinta años de carrera política desempeñando diversos cargos públicos) ha declarado que el robo de alimentos en dos supermercados dirigido por su compañero de partido Juan Manuel Sánchez Gordillo (diputado del parlamento andaluz, alcalde de Marinaleda, y más de treinta años de carrera política desempeñando diversos cargos públicos), además de ser un acto simbólico, “abre un gran debate entre riqueza y pobreza, una realidad que no se puede ignorar”. Estoy de acuerdo, en la situación actual (y en cualquier otra) no se debe permitir que haya gente que pase hambre mientras los supermercados ofrecen todo tipo de productos. O sea, no es admisible la pobreza existiendo riqueza. Pero debo reconocer que la frase me sobrecoge. Yo hasta ese momento pensaba que la finalidad de la política era precisamente ésa: eliminar atroces desequilibrios de toda índole, estrechar las diferencias entre ricos y pobres. Se trataba de recortar privilegios a los primeros y dar oportunidades a los segundos, planificar convenientemente la actividad económica general en evitación de desmanes, desarrollar un sistema tributario justo en proporción a los ingresos, redistribuir los recursos con rigor y equidad, invertir eficientemente en las zonas más deprimidas para que recuperasen el pulso y pudieran así generar riqueza para sus ciudadanos. Erradicar situaciones de necesidad mediante un amplio sistema universal y gratuito de coberturas sociales, o apoyar de manera cierta y eficaz a cualquiera que quisiese crear una empresa o estudiar, independientemente de sus circunstancias económicas. No se puede pedir a un político, ni siquiera a un partido, que lleve todo esto a cabo solo, pero sí al sistema político que ellos contribuyen día a día a moldear desde su posición de políticos profesionales, de personas que dedican su vida laboral a ese fin. Pues eso, que yo imaginaba personajes sagaces, casi de leyenda, eliminando las injusticias y los privilegios, enfocando los problemas y tratando de resolverlos. Reuniéndose para cambiar impresiones. En constante comunicación con la ciudadanía. Acudiendo responsables y libres a un parlamento en el que confrontar ideas y buscar soluciones. Sentando, en definitiva, con prestancia las bases para que los progresos alcanzados no pudiesen tener marcha atrás. Pero no, resulta que nada de eso ha hecho mella en la diferencia entre ricos y pobres, y el hecho de que un político veterano auspicie un robo de alimentos de primera necesidad inicia un debate que yo daba por abierto y en pleno apogeo desde hace al menos un par de siglos.

Ya, ya, sé que las cosas no son así, eso sería lo ideal, pero la realidad es mucho más compleja. Es verdad, todo se ha ido transformando: al principio se suponía que los partidos políticos representaban la voluntad popular, que estaban estrechamente vinculados, directamente engarzados con la población pero crecieron y crecieron hasta convertirse en verdaderas industrias de poder engrasadas con ingentes cantidades de dinero público y de préstamos bancarios que jamás podrán devolver sino manteniendo o creando privilegios. Crecieron tanto en dirección a su nube que ahora los representantes directos del pueblo se reúnen con los agentes sociales y diversas asociaciones que son, por lo visto, los portavoces y representantes actuales del pueblo. ¿Cuándo subieron los partidos políticos ese escalón? ¿Cuándo el político llano de la prometedora democracia que nos vendieron comenzó a hablar ese idioma jeroglífico, solo para iniciados, que todos interpretamos con resignación?

El político, desde que consigue ser concejal de su pueblo entra en otra dimensión, cambia el gesto y se plastifica. Parece un Madelman hasta tomándose un cortado. Se deja llevar por la corriente, nada y guarda la ropa, se harta de decir sí pero no, engatusa, contemporiza, trampea, y, cuando un grupo de ciudadanos realiza un acto de repulsa de la situación actual, va corriendo a manifestarse junto a ellos como si la solución de ese malestar esgrimido no formase parte directa de sus competencias; queriendo ser parte de una gozosa oposición permanente (y en su caso bien remunerada) frente a ese voraz enemigo que es El Sistema, del cual la clase política (así nos lo ha demostrado), a la hora de la verdad, no osa mover ni una coma, más que por incompetencia por instinto de supervivencia dentro de esas, a todas luces, disparatadas coordenadas.

Parece subyugante vivir en ese limbo, realizar políticas sin amplitud de miras, navegar con un rumbo predeterminado por los intersticios del poder y poner gesto de contrición ante el ciudadano lamentando muchísimo no haber podido hacer nada más, porque, ya se sabe, lo ideal sería esto o aquello pero la realidad es mucho más compleja. Pero claro, todo esto sin la mínima intención de dimitir ni de salir sin llevarse un buen bocado. Y obviando admitir que los partidos que ejercen algún tipo de poder o representación tienen siempre su porcentaje de responsabilidad en cualquier situación que se plantee. No se puede estar con un pie dentro y otro fuera de El Sistema.

14 agosto 2012

CARTA ABIERTA DE LOS HERMANOS RECIO

Hola, somos Manuel y Berdardino Recio, hermanos. Siempre hemos cuidado nuestro cuerpo, desde que éramos chavales. No digo que nos hayamos vuelto locos haciendo culturismo, ni yendo al gimnasio, lo nuestro ha sido algo más de andar por casa: correr, practicar deportes acuáticos como natación, jugar al fútbol en calidad de aficionados y esas cosas. Todo eso sumado, claro está, a nuestro trabajo en labores agrícolas en el medio rural en un coqueto terreno de explotación familiar durante nuestra primera juventud. Nos mantenemos en forma, y nuestra complexión natural nos dota de una envergadura que sobresale del resto de los compañeros del partido de cada cual, porque, y esto es lo gracioso, cada uno de nosotros somos de una opción política diametralmente opuesta (aunque algunos malintencionados digan que son lo mismo), siguiendo la tradición de nuestros progenitores, cuyas ideologías también estaban claramente enfrentadas. Pero nos llevamos muy bien, y esta cuestión no enturbia nuestra relación fraternal ni la gestión conjunta de nuestros negocios.


En fin, que pequeños no somos, mi Bernardino (yo soy Manuel) ronda el metro ochenta. Nuestras manos son grandes, pero no aprovechamos este hecho incontestable para ejercer la violencia. Podríamos mandarte allí enfrente de un guantazo, pero jamás hemos golpeado a ningún ciudadano y menos ciudadana, y creo que jamás lo haremos.

Siempre hemos ayudado en lo que hemos podido en las actividades del partido, aunque reconozco que nuestra formación académica es limitada; que carecemos de labia, vamos, que es algo muy importante en el desarrollo cotidiano de la labor política en nuestra ya madura democracia. De esa parte se encargan otros compañeros mejor dotados que nosotros en ese ámbito. Nosotros estamos a lo que haya que hacer: ponemos nuestra furgoneta a disposición de todos, llevamos pancartas, acompañamos a los compañeros con labia en sus interlocuciones públicas y todo eso.

Ahora que han comenzado las manifestaciones y las interrupciones en los plenos, nuestra corpulencia ha ganado enteros, nos han recomendado nuestros respectivos partidos que nos apuntemos a un gimnasio y fortalezcamos aún más los músculos, ya que mi nueva misión es asistir a todos los plenos conflictivos y ocupar con mi rotundidad física (y la de otros compañeros y una compañera bombera), sentándome en lugares estratégicos, el mayor espacio dedicado al público posible, dejando poco sitio a los manifestantes para así evitar la sensación de que todo el mundo está en contra del denodado quehacer de nuestras corporaciones municipales y diputaciones. Y la nueva misión de mi hermano (él me dicta ahora) es apoyar con su rotunda presencia (y la de otros compañeros y compañeras) a las personas agredidas por la acción municipal que libremente expresan su desacuerdo interrumpiendo plenos, ocupando mucho sitio en la salón para así dar la sensación de que todo el mundo está en contra de las decisiones de determinadas corporaciones y diputaciones por todos conocidas.

Dicho esto, queremos puntualizar que el hecho de coincidir en las dos últimas “intervenciones” vistiendo ambos la camiseta y la gorra oficiales del equipo de dardos del pub y llevando la misma rebeca de punto que nos hizo nuestra difunta madre ha sido una absoluta y del todo inesperada coincidencia, debida a algún malentendido entre nuestras respectivas esposas y a las circunstancias climatológicas. Y, ante todo, queremos dejar muy claro para la prensa y la opinión pública que NO SOMOS DEL MISMO PARTIDO.

04 agosto 2012

MENSAJE EN UNA BOTELLA (15)

Witold Gombrowicz "Bakakaï" (Traducción de Sergio Pitol). (Tusquets, 1.986)


Bakakaï”, editado originalmente en 1.957, recopila los cuentos publicados por el singularísimo escritor polaco Witold Gombrowicz. Los relatos que componen esta obra pueden resultar angustiosos y asfixiantes, por momentos geniales; exuberantes entre el delirio, lo patético y el absurdo. En un constante ejercicio de tensión realmente inquietante, colocan la naturaleza humana bajo una lupa implacable mientras proceden a destriparla desde insospechados puntos de vista. En continua disquisición con el lector, sus hallazgos, sus momentos lúcidos, atrapan por completo.



02 agosto 2012

EL PARTIDO

Durante el descanso del partido el niño se puso infernal, gritaba, se ponía delante de la tele, pugnaba por el mando a distancia, lanzaba objetos contra la pantalla, casi tira las cervezas. Por fin, la madre tomó cartas en el asunto y lo encerró en el dormitorio. Para que no pudiera salir se quedó fuera tirando del pomo hacía sí, seria y sin decir palabra, con los brazos extendidos, haciendo contrapeso con su cuerpo. El niño chillaba y golpeaba violentamente la puerta mientras avanzaba la segunda parte y nosotros increpábamos a los jugadores. Paulatinamente los golpes fueron menguando, espaciándose en el tiempo hasta transformarse en ligeros toques y algún lamento. Pasados unos minutos todo terminó. Habíamos perdido el partido.

15 julio 2012

SILENCIO, SE ESQUILMA

Los enchufados atacan despiadadamente a Rajoy, o lo defienden, según el caso. Beben un trago de su cerveza, prueban las tapas, opinan mientras se limpian y ponen gesto de preocupación por la situación actual. Supongo que desconocen toda la energía negativa que brotó de cada uno de sus nombramientos, a dedo o mediante chanchullo más o menos evidente. Toda la frustración de los que los vieron ocupar puestos de forma inmerecida o recibir subvenciones o becas por ser familiares o amigos. Todo ese estímulo roto, todos esos caminos cortados a capricho y con descaro e insolencia, toda esa pérdida de confianza en el sistema y de fe en el resultado del esfuerzo y el trabajo honrados. Toda la desolación de ir escaleras arriba mientras la fiesta privada se celebra en una azotea de la que llega el ruido pero que nunca se podrá alcanzar. Toda la rabia ante la impunidad, los trucos baratos o la información privilegiada que circula susurrante en todas direcciones como un fantasma.

Los hijos de los trabajadores siguen conformando mayoritariamente ese ejército desolado de ilusiones perdidas o muy esquilmadas por el peso de una corrupción que se ha “democratizado”, extendiéndose como una fina capa por todos los sectores de la sociedad, alimentando a tahúres, hipócritas y desalmados de toda condición social y engordando ante la anuencia y el silencio, cómplice o desesperanzado, de casi todos hasta impedirnos respirar. Hasta colapsar nuestro presente y empeñar nuestro futuro. Así que, todos los que desde la política y sucedáneos, apelan hoy a los trabajadores, los mineros, los funcionarios o incluso los pequeños y medianos empresarios, deberían mirar un minuto a su alrededor y bajo su alfombra antes de abrir la bocaza.

 

03 julio 2012

ESPECIE EN EXTINCIÓN

Un equipo de investigación encabezado por el doctor John V. Scoundrel de la universidad de Yeil ha declarado oficialmente como especie en extinción al conocido como Ser Humano Ponderado (SHP). En un extenso informe de mil cuatrocientas páginas patrocinado por la UNESCO en colaboración con el nuevo consorcio bancario internacional BANK BANK, se llega a la conclusión de que la presencia de este tipo de individuo en el planeta está en franca regresión. Aún quedan especímenes, claro, pero con la moral cada día más deteriorada y el criterio más apagado. Se les reconoce, según se desprende de la lectura del mencionado informe, por una leve caída de hombros, y una sonrisa franca aunque algo desabrida. Tratan de estar informados lidiando con los convoyes de medias verdades de los medios de comunicación; muestran una actitud expectante aun sintiéndose asfixiados de oler tanta mentira; a pesar de todo, suelen dar cierto margen de confianza a los políticos y después les juzgan rigurosamente por sus actos. Están lejos de los denominados Chicos de Partido (CdP), que aplauden secretamente cualquier cataclismo que aúpe a su opción al poder y ya cuentan con sus propios portavoces en las tertulias; y del grueso de los Resignados (R), esos que ladean la cabeza comprendiendo y a veces envidiando al ladrón, antojándoseles un zumbido lejano todo lo que no sea su propio interés mientras ven pasar la mitad de su vida por la televisión. Dada su cualidad de personas exigentes, el estudio insinúa la conveniencia de dejar desaparecer a los SHP, aunque, eso sí, guardando algunas muestras de ADN.



Publicado en el nº 131 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado a las especies en extinción.











29 junio 2012

EUROCOPA NIGHTMARE

Segundos antes de que comenzase el partido estábamos entre el público, expectantes, respirando un ambiente sombrío, como de ceniza. Pero cuando el árbitro pitó el inicio corríamos por el césped en pos de un balón huidizo cuyo control se nos negaba. El equipo contrario nos marcaba con asiduidad y orden, y celebraba sus goles con medias sonrisas, carraspeos y apretones de manos. El terreno estaba embarrado, como hundido, y casi no podíamos avanzar; los rivales, con sus férreos marcajes, nos tiraban al suelo y si nos quejábamos al árbitro, éste nos echaba agriamente en cara nuestro comportamiento de antaño. Expiando nuestros pecados bajo una lluvia ahora pegajosa, mientras nos reprochábamos violentamente los unos a los otros, veíamos estrecharse la portería conforme nos acercábamos al área contraria, tanto que ante el lanzamiento de una falta, una barrera formada por decenas de defensores con el mismo rostro nos impedía siquiera intuirla. Ante la posibilidad de un córner, volvimos a ser público que sacando fuerzas de flaqueza animaba a su equipo ante el impertérrito desdén de un graderío granítico. Después, al ir a sacarlo, noté que la línea de fondo se alargaba mecánicamente, alejándome de la portería. Abrí los brazos desesperado ante el árbitro, y éste me dijo algo de medidas relativas, tanto para las porterías como para el terreno de juego; habló de una reunión, de un nuevo reglamento; se burló de mi desconocimiento y me sacó tarjeta amarilla por perder tiempo, aunque íbamos perdiendo. En un partido llamado a durar años que ni jugadores ni público teníamos posibilidad de abandonar.



Publicado en el nº130 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado a la Eurocopa 2.012 y los rescates, llamado España-Grecia..


27 junio 2012

EL DÍA VAMPUI

Dieter Vampui fue un delantero desgarbado que siempre jugó en conjuntos modestos de la Eredivisie. En su última temporada su equipo se jugaba el descenso en un encuentro crucial. Sólo valía la victoria. Un abarrotado estadio vio entonces cómo Dieter se hacía con un balón dividido en su propio campo y, al no tener una opción clara de pase, optó por cabalgar en pos de la portería contraria. Pocos metros después los defensas rivales, bastante más rápidos, ya le iban alcanzando, pero él aguantaba la posición y el control del esférico como podía, sin poder de desborde, sólo con voluntad y dientes apretados. Al llegar al área dos defensas y el portero se le echaron encima para evitar una ocasión clara de gol, el penalty estaba cantado, pero Dieter luchó por mantener el equilibrio y el balón. Lanzó a puerta y su disparó se fue a las nubes. Diez minutos más tarde su equipo descendía. Tras semanas de furibundas críticas por su fallo, su actitud obcecada y su falta de sentido práctico al no dejarse simplemente caer, el mito fue creciendo. En la actualidad, ese ejercicio de épica y honestidad es imitado por miles de aficionados en el conocido como Día Vampui, recorriendo centenares de terrenos de juego sólo con la portería entre las cejas.



Publicado en el nº5 del e-zine "panfletario-cultural" O Barbarie, dedicado a la Eurocopa 2.012 y al fútbol en general.