19 mayo 2014

JORGE MARTÍNEZ, EL HOMBRE SOLITARIO ENTRE ILEGALES (13 de 20)

13. LEJOS DE LA FAUNA DE SALÓN


   Tras un año sabático, la cabeza calva que siempre bulle de proyectos vuelve, abundando en lo mismo pero apretando más los dientes, con “Regreso al sexo químicamente puro” (Hispavox). En el año de parón Rafa Kas decide cambiar de aires y vuelve Willy Vijande, para desaparecer definitivamente después de este disco. Aquí encontramos imparable soul a lo James Brown para otro irrefrenable fresco callejero en “Drogas duras llenan sepulturas”; riff blindado para “Los chicos desconfían” e inspiración tejana para el blues-rock de “No me gusta el blues”. 



Oración” es de esas canciones que deberían adorar los mods, pop sesentero de esencias negroides reminiscente de los Small Faces. Mientras con “El jardín del pecado” se dan el gustazo jazz-swing, “Dextroanfetamina-No quiero ir a la mili” es una acelerada parodia punk que no pasa de la anécdota, ese tema que suele sobrar en algunos discos de Ilegales. El psychobillyEl número de la bestia” viaja a lo más oscuro de los cincuenta, lugar frecuentado por Jorge Martínez. “Regreso al sexo químicamente puro” continúa la vereda señalada por “Me gusta cómo hueles”: medio tiempo inspirado, de amable y dulce melodía y despiadado retrato de caída libre. “Algo prepara una emboscada” es rock de serie B inflamable y cortante cual cuchilla. Y el beat desaforado de “No puedo controlarme” es antesala de la despedida con un corte instrumental de “El jardín del pecado”. Otro caudal de sonidos intemporales apartados de la actualidad, curiosamente en la década en que por primera vez todas las miradas se vuelven hacia el Principado con aquello del “Xixon Sound”.

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