21 marzo 2017

MADRE NO HAY MÁS QUE UNA

En el parque, la joven madre anota nerviosa e ilusionada en su libretita de colores lo que el niño vestido de futbolista debe transmitir, mediante un mensaje de voz, a otra persona. Unos segundos más tarde comienza a apuntárselo al oído: "Estamos en el parque. Hace un día precioso. Hemos visto un dóberman como el tuyo y nos hemos acordado mucho de ti. Te queremos". Después de la grabación, lo mira severamente de arriba abajo y le espeta: "Qué poca gracia tienes hijo", y guarda su libretita en el bolso.