Cuando te veo venir en la distancia con tu móvil pegado a la oreja, y me planto ante el paso de cebra, esperando que detengas tu vehículo para que cruce, y tú te limitas a reducir una velocidad siempre excesiva y a urgirme a cruzar con ostensibles gestos de tu mano, o incluso encendiendo y apagando las luces, por tal de no parar; no puedo evitar imaginarte por la mañana temprano riéndote a moco tendido con los anuncios de coches de las radios comerciales. Esa publicidad de guiño obtuso y trasfondo machista que parece dirigida solamente a ti por una mente igual de reseca que la tuya.
29 octubre 2018
EN LA DISTANCIA
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Juanfran molina microrrelatos
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