05 enero 2011

CARLOS ZANÓN “Tarde, mal y nunca” (RBA, 2.011)

RBA reedita este mes la celebrada novela de Carlos Zanón, publicada inicialmente hace un año y medio por Saymon Ediciones. Todas las ciudades tienen su cara oculta, y Zanón explora la de Barcelona mediante una trama que, más que responder a los patrones de la novela negra (donde esta obra se suele ubicar), es reflexión en carne viva y a pie de acera; muestra palmaria de la fragilidad de los seres humanos, retrato de perdedores a los que no dejaron participar en el partido. Todo sucede durante veinticuatro vertiginosas horas envueltas en una persistente capa de roña, sometidas a sus propias reglas. Cotidianidad amarga y cutre a flor de piel. Descripciones de dedo en la llaga, que nos llevan a sentir la violencia (sin esa especie de mampara que suele separar al lector de escenas y situaciones incluso más escabrosas), a percibir plenamente el olor del odio, de la soledad, de la resaca, de la derrota; el embotamiento de las drogas, el ahogo de la fatalidad y la frustración y, sobre todo, el miedo latente, el miedo al otro, a la conciencia de estar atrapado, a la sensación de derrumbe inminente. En un tono narrativo ágil e incisivo, en ocasiones procaz, el narrador omnisciente se cuela por todas partes sin perder de vista el humor ni una intensa mordacidad que no pocas veces destila acritud, aunque también la suficiente ternura como para no empujar del todo la palanca del abismo. El autor mantiene la suspensión colocando al lector ante una tensa cuerda a punto de romperse de la que tiran en distintas direcciones decenas de circunstancias tanto sociales como personales; teniendo el mérito añadido de desarrollar paralelamente unas vidas ajetreadas y confusas, tanto por dentro como por fuera, para unos personajes bien trazados: vasos comunicantes sometidos a temperatura infernal.


Publicado en Paisajes Eléctricos en enero de 2.011