¿Cuántos pensamientos únicos hay?
27 noviembre 2018
21 noviembre 2018
15 noviembre 2018
MENSAJE EN UNA BOTELLA (57)
DR. DIVAGO “Complejo Alquería Frailes 13” (Bonavena,
2018)
Siento envidia de ti, descreído lector que puede que
conozcas poco o nada de Dr. Divago.
Me gustaría volver a tener la oportunidad, que a ti se te presenta, de
descubrir la ya larga trayectoria de la banda valenciana partiendo de este
álbum. Si eres amante del power-pop, la new wave o el pop de los sesenta, todo impecablemente interpretado
en castellano por alguien con cosas que decir, no se me ocurre ningún grupo
español que cumpla tus expectativas mejor que este. Así de simple.
“Complejo Alquería Frailes 13” significa para mí lo mismo
que, en mayor o menor medida, todos sus discos anteriores: el reencuentro con una
expresión muy personal desarrollada dentro de los cánones del pop más exquisito
y enérgico, siempre en continuo crecimiento. Una banda, capitaneada desde
siempre por Manolo Bertrán, que sigue su propio camino y va pisando
terrenos nuevos con paso prudente y seguro, absolutamente ajena a coyunturas y
modas. Un espacio creativo que hace mucho desembocó en un universo propio y cada
vez muestra un dominio mayor de sus posibilidades sonoras.
Un grupo, en definitiva, acostumbrado a revestir e
iluminar con la necesaria lucidez textos muy por encima de la media, escritos
con un gran dominio del idioma y cantados por una de las mejores y más
personales voces de nuestro pop. Aquí regresan las guitarras punzantes, los estribillos
certeros y la inmediatez sin fisuras; el chispazo punk o los suspiros
psicodélicos de una formación que puede resultar tan angulosa como vaporosa. Incorporan
al cable tenso de su repertorio la balada soul
con eficacia (“Al cuarto día”), resultan
exultantes en “Los pies en la tierra”
con el reseñable subrayado de la trompa de Vanessa
Juan y entretejen retazos de sonido fronterizo y swing en “Engáñame”. Desplegando madurez y
recursos, juegan a su antojo con los silencios y el tempo, así ocurre con el subsuelo
blues que recorre “El humor”, en la
peculiar e hipnótica “El viaje largo”
y su inesperada erupción setentera, o en “El tercer hombre en el ring”, magnífica evocación ambientada entre texturas y
efectos de guitarras y armónica.
Amigo lector,
estás ante un festín, no deberías desaprovecharlo.
13 noviembre 2018
12 noviembre 2018
MENSAJE EN UNA BOTELLA (56)
ILEGALES “Rebelión” (La casa del misterio, 2018)
El último disco de Ilegales parece uno de esos conciertos a los que llegas tarde y te
golpea directamente en la cara; y no es algo que me sorprenda, desde luego. Los
Ilegales más reconocibles y auténticos se encuentran aquí, emitiendo un sonido sin
ambages que se refleja en el largo espejo de su historia. Suenan libres y pendencieros,
concentrados, urgentes, plenos de vitalidad; con ganas de dar guerra y con el orden
y la precisión de siempre: Jorge
Martínez siempre sabe a qué quiere sonar, y lo suele conseguir.
El punki exigente con su sonido que sabía tocar y
limaba sus composiciones hasta que todo cuadraba en su cabeza calva, echa la
puerta de este elepé abajo apelando a los riffs
más eficientes del punk en “Si no luchas te matas” y “Mi amigo Omar”. En
este zarpazo resuelto en menos de media hora, la música repta insidiosa sin dar
tregua y es igual de incisiva que los textos: no sobran ni notas ni palabras. Jorge
apuesta por la inmediatez y el esquematismo que son consustanciales a su
concepto del rock, se queda con lo esencial, poda las composiciones hasta que
constituyen el golpe directo, ese mensaje telegrafiado envuelto en una
electricidad que te quema a la vez que se te escapa de las manos. Pero esto no es óbice para introducir
interesantes arreglos y dejar momentos expansivos entre el calambre de cortes
como “No tanta, tonto” u “Horóscopo”.
“Tatuaje invisible” consigue que los
Ilegales de siempre te recorran la espalda. Esos que se van sin despedirse
después de serpentear sincopados y afilados por tu piel. Ahí está también “Mi copa y yo”, un tango llevado en
volandas por el órgano a través de los sesenta, al que se le niega todo sosiego para
lamentarse, constantemente asaeteado como está de tensión y electrocución. Por
su parte, la colección psychobilly
del Jorge más rocker crece y se
reproduce en las neuronas del oyente con la advertencia de “Andad de día”. Por último, “El bosque fragante y sombrío” remite a
ese Jorge Martínez que resulta luminoso mientras atraviesa la neblina. Al amigo
de demorarse moldeando la evocación, con esa querencia por reflexionar entre
detalles melódicos inasibles, empeñado en trabajar el sonido con sutilidad, sin
recargarlo, insistiendo en el ajustado relieve que realza e incorpora esas
cuerdas que hacen que este disco termine en un nivel muy alto.
EJERCICIO DE NEGACIÓN
No todo es relativo. No todas las cosas, bien explicadas, se ven de otra manera.
09 noviembre 2018
08 noviembre 2018
07 noviembre 2018
ENCHUFES
Tú y yo lo sabemos: nunca veremos a millón y medio de personas tras una pancarta que diga "No a los enchufes".
01 noviembre 2018
DESPERDICIO
Toda esa energía desperdiciada en leer,
observar o escuchar con la única intención de confirmar los prejuicios.
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)