07 mayo 2006

TRENES QUE SE CRUZAN

Estimados Psicocamaleones:

Respetuosos con la raíces, prudentes, son más revitalizadores que renovadores, nunca rupturistas. Los tres beben hasta la ebriedad de los sonidos más genuinamente norteamericanos, se reflejan en su pasado más brillante. Absorben desde el country, el folk o el rock´n´roll clásico a Television o Sonic Youth. Podrían ser otros, pero Drive By Truckers, Ryan Adams y Wilco (así, en orden de mayor a menor enraizamiento) son patentes ejemplos de ese constante renacer de la música estadounidense, y por ende del rock en general. Trenes que evolucionan atravesando su bagaje musical, saliendo y entrando por distintos túneles, avanzando paralelos o cruzándose (esos momentos en que proyectos distintos pueden sonar tan parecidos). Los músicos norteamericanos siempre han vuelto sobre sus pasos en momentos de duda. Cuando las escenas se saturan o llegan a un callejón sin salida se tiende a volver la vista a atrás, a revisar las temáticas, instrumentos y formas de componer de siempre.
DRIVE BY TRUCKERS proceden del sur, de Athens (Georgia), la misma ciudad de REM y B-52´s. En los primeros noventa el núcleo central formaba la banda Adam House´s Cat. Aparecieron en 1.996 y ya cuentan con siete discos editados, grabando la mayoría de las veces prácticamente en vivo. Liderados por Patterson Hood, son ya míticas las tres guitarras de este quinteto amante del sonido analógico. Son los más previsibles del trío, los más apegados a los clásicos y eso en cuestión de sonido les encanta. Guardianes de las esencias del rock sureño, las temáticas y la especial atmósfera del sur va tan unidas a ellos como las particulares portadas de sus discos, a cargo de Wes Freed. Sus influencias fundamentales son The Allman Brothers Band, Lynyrd Skynyrd, Neil Young, o los Rolling Stones de los primeros setenta.
Southern rock opera” (2.002) es su trabajo más ambicioso, de grabación y puesta a punto larga y tortuosa. Un inagotable doble elepé inspirado netamente por el espíritu de Lynyrd Skynyrd, en el que su música despegó definitivamente.
RYAN ADAMS es también sureño (nació en Jacksonville). Empezó haciendo punk-rock, pero su primer contacto relevante con la música fue a través de la banda Whiskeytown con la que grabó cuatro álbumes de country rock. Debutó en solitario con “Heartbreaker” (2.000), y su fama creció espectacularmente dos años después con el disco “Gold” y su single “New York, New York”. Partiendo de la música de raíz como los otros dos, comparte con éstos el gusto por Neil Young y el country; estando más cercano a Wilco en la impronta de Dylan y a los Truckers en la de los Stones. Con algo de enfant terrible, díscolo e imprevisible, es un músico intuitivo, convincente y apasionado. Maneja a su antojo todos los resortes del rock y sus influencias abrazan tanto al Dylan de la segunda mitad de los sesenta como a los Smiths. Versiona a Oasis a la vez que hace puro rock americano de empaque o canciones estremecedoras por su fragilidad. Puede sonar urgente o cristalino, desaforado u ortodoxo. Acompañarse de guitarra y voz, arreglos de cuerda, metales o detalles electrónicos. Tras ofrecer con “Rock´n´roll” un erizado compendio del rock y el pop más inmediatos, en 2.005 volvió con tres trabajos de arrebatador calado, que dejan muestra definitiva de su trascendencia como creador. “Jacksonville City Nights” no puede dejar de sonar.
WILCO. Natural de Belleville, Illinois, Jeff Tweedy publicó cuatro álbumes con Uncle Tupelo, banda seminal del denominado country alternativo, entre 1.990 y 1.993 (“No Depression” se convirtió en todo un referente). El otro lider de la banda, Jay Farrar, formó Son Volt.
Si Adams da muestras de ser un creador infatigable, éstos dejan una sensación de avance constante, casi obsesivo. Esta imparable evolución del grupo dejó pronto significativamente atrás los violines, mandolinas o dobros de Max Jonnston, uno de los supervivientes de Uncle Tupelo.
Ofrecen el abanico de influencias más extenso: Neil Young, Dylan, beatles, kinks (no en vano son los que tienen más sentido pop de los tres), kraut rock, Television o Sonic Youth (ensimismamiento eléctrico, distorsión, Jim O´Rourke colaborando). Su sonido de nutre cada vez más, sin verse afectado para nada en su esencia, de programaciones, efectos sonoros, mayor toxicidad, y estructuras más arriesgadas y experimentales. El jefe Tweedy es un buceador sonoro, tanteador de atmósferas y oteador de horizontes pendientes de aparecer. De todas formas su signo distintivo es su instinto compositivo, algo que le emparenta en cierto a modo con REM, por su capacidad de hacer canciones capaces de trascender cualquier etiqueta. Sólo hermosas canciones.
Instalados en Chicago, Wilco iniciaron su andadura según los preceptos de Uncle Tupelo, los cambios de planteamiento llegaron a partir del inmenso “Being Three” (Reprise, 1.996) y, sobre todo, con “Yankee Hotel Foxtrot” (Nonesuch, 2.002) por el que el sello Reprise se deshizo de ellos, trayendo además importantes cambios en la formación. Fue una apuesta ganada, un singular ejercicio de abstracción que provocó un viraje de intenciones cuando todo estaba comercialmente de cara. Entre medias tuvieron tiempo de volver a las raíces al hacer dos discos con Billy Bragg (la serie “Mermaid Avenue”), sobre textos perdidos de Woody Guthrie; aquellos a los que Dylan hace referencia en su autobiografía. “A Ghost is Born”, prácticamente grabado en vivo en el estudio, ha sido su último disco oficial hasta el reciente directo “Kicking Television: Live in Chicago”. Hasta el próximo tren.


Publicado en el portal de humor gráfico y cómic "Irreverendos" en mayo de 2.006

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