03 abril 2013

EL CENTAURO




Mudé de piel vigorosamente

pero quedé en el lado viejo.

El centauro prometió,

con un gesto,

llevarme tras el latido,

pero no hace más que cruzar la calle

arrastrándose,

cabizbajo y molesto

por las pocas garantías

que le ofrezco de,

por una vez,

volver volando y sonriendo.

 
 
 



Poema publicado en el cuaderno de Creación nº12 de Palimpsesto.