19 septiembre 2011

BOCAS Y OJOS

Describirte es pintarte
hasta emborronarte.
Divagar entre líneas y luces.
Desvariar,
ante los colores de tu vestido
siempre en pleno vuelo.

Feliz el planeta que te acune,
me dije,
te dije o grité.
Por qué romperse la garganta mintiendo,
tras miles de kilómetros sin amor.

Reluctante de mareas
abriste mi corazón
con guantes helados.
El día en que el caos
dejó de ser nuestra manta
y nuestro cielo.

Mi idea se derrama
sobre mi vacío
y tu recuerdo.

Mi territorio sólo cobra sentido
cuando tú lo ocupas,
aunque me eches,
pensé desde el inestable refugio
de mi baile cojo.

No dejo de mirar la película
de la seca mentira
consumirse, endurecida
por el tiempo.

Bendito insomnio,
con tu sonrisa de luna
proyectada en las paredes.

¿qué anida, qué crece
moviendo mi vida
como una pelota gigante?

Maldito tu perfil,
contorno de mi sueño,
que parte mi pecho en dos
y se queda clavado.

El sonido de tu taza
vuelve todo el espacio
circular,
y el ronroneo paciente del mundo
oculta un delirio embriagador
de bocas y ojos.