Estimados psicocamaleones:
El tabaco, ese controvertido, ingenioso y combustible producto, está, como todos los vicios, íntimamente unido a la música pop y rock (sólo tienes que oler tu ropa al volver de un concierto, por no mencionar esos mecheros encendidos brazo el alto… Dios, me duele recordarlo). Aunque el uso de otro tipo de drogas haya tenido un impacto más truculento, el cigarrillo siempre ha estado ahí. Si miramos en dirección a un escenario lo veremos: un cenicero alto delante de Lou Reed, Keith y Ron de los Stones fumando como carreteros sujetando sus cigarros entre los dientes, mirando burlones al saltarín Jagger, tan sano. Un cenicero repleto sobre un piano, bueno, sobre el piano del Tom Waits de “Closing Time”, o aprisionado entre las cuerdas de un bajo o una guitarra. Javier Corcobado fumando ensimismado entre canción y canción. Josele Santiago haciéndolo entre golpe y golpe de tos. Un cigarro que surge de un puño que agarra un micrófono (Nick Cave interpretando enérgicamente “Deanna”). Lee Brilleaux sudoroso, armónica y cigarrillo en ristre; el cigarrito de Django Reinhardt, y Javier Krahe, claro (“Gracias, tabaco”). Aún recuerdo una actuación de Radio Futura, creo que en el Festival de Benidorm de 1.983, interpretando “Interferencias”, con Enrique Sierra fumándose un habano exagerado mientras tocaba. En aquella época su gracia era el contraste que ofrecía: un tipo con una cresta, en la efervescencia de la modernidad, haciendo algo tan castizo como fumarse un puro. Ahora sería una auténtica provocación de tintes dramáticos.
Y las portadas, ¿qué? Esas poses tabaquiles tan estudiadas: Paul Simonon en la de “Combat Rock” de The Clash con el cigarro tras la oreja, o el pitillo en la comisura de los labios de Nina Hagen en la de su primer álbum. De ahí también le cuelga al bueno de Roy Loney en la carpeta de “Teenage Head” de los Flaming Groovies. En la portada de “Green Mind” de Dinosaur Jr aparece una niña con un cigarro en la boca, y todo eso en plena vorágine de la lucha anti-tabaco en Estados Unidos, allá por 1.991. Sally Grossman, hierática y seductora, sostiene un pitillo en la de “Bringing It All Back Home” de Bob Dylan, era 1.965. En “Scary Monster” la mano de Bowie hace sombras sosteniendo un cigarro. ¿Llevará tabaco Joe Jackson en la portada de “I´m the Man”? por lo menos encendedores sí. El adusto Leonard Cohen no sólo gusta de aparecer comiendo plátanos en las portadas, en “Live Songs” tiraba de purito; y Nick Lowe, de un perfil que recuerda a Kiko Veneno, enciende un cigarrillo en “Party Of One”. Y, estando donde estamos, no podría faltar el noveno arte: la portada del mítico “Cheap Thrills” de Big Brother & The Holding Company, a cargo de Robert Crumb con su tortuga fumadora; Alfreda Lenge pinta a su esposo, Robert Wyatt, fumando plácidamente mientras escucha música en la portada de “Dondestan”; en las siluetas de Federico del Barrio para el elepé “En El Lado Oscuro” de Alarma!!!, el perfil resalta tupé y cigarrillo; o las portadas de Nazario para el primer y tercer elepé de Dogo y Los Mercenarios: deseo, vicio y… cigarrillos.
Por Favor, ¿me da fuego?...
Aparecido durante marzo de 2.006 en el portal de humor y cómic "Irreverendos".
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