15 febrero 2013

NO ES TAN DIFÍCIL


No te tortures, sígueme, no es tan complicado. Sólo tienes que cuidar los detalles e interiorizarlos. Te levantas, te duchas, te afeitas, y mientras lo haces y escuchas la radio te desahogas y lanzas todos los improperios que te pida el cuerpo y, si acaso, das un par de gritos en la ducha (esa necesidad poco a poco irá remitiendo, te lo aseguro). Después te preparas y sales a la calle. Siempre sonriente, no lo olvides. Saludas a los vecinos que generalmente te encuentras y les preguntas por la familia, no cuesta ningún trabajo, te garantizo que después de algunos días ni los oyes. Te entra por un oído y te sale por el otro lo de la enfermedad de la mujer de uno y el desempleo del hijo mayor de otro, que a ver si espabila y se larga por ahí lejos a buscarse la vida.

 
Luego, en la cafetería, lo mismo, te dejas llevar por la indignada opinión general pero con cierta mesura, sin alentar actitudes rupturistas (ya sabes que tú estás llamado a imponer cordura) y alguna que otra vez pagas el café del ciudadano interlocutor de turno. Luego, en el ayuntamiento, tienes que mostrarte, cómo te diría, armónico, eso. Como si jugases suavemente a la cascada de tres pelotas. Sonríes, aprietas brazos y algún hombro, estrechas manos, guiñas, cabeceas, te carcajeas llegado el caso, hablas en tono confidencial y dejas pasar la mañana prometiendo intentarlo, interesándote, haciendo que escuchas, tranquilizando. No hay por qué sufrir ni hacer sufrir inútilmente, bastante dura es la vida ya.

 
Más o menos la misma receta para la tarde, tanto en el paddle como en el bar (no le niegues una cerveza ni al promotor ni al comerciante): sonreír, calcular y hacer que escuchas, que te interesa lo que te dicen, sobre  todo, el empleado del gimnasio y el dueño del bar. En la reunión del partido o acto público que corresponda espero no tenerte que decir nada, ¿no? Y más tarde, al llegar a casa, besas a tus hijos y le dices a tu mujer “te quiero”. Ya me contarás dentro de unos años.



Publicado en el nº154 de la revista de humor on line "El Estafador", dedicado a la hipocresía..

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