Andanadas rockistas
(que dirían los del “eres lo que escuchas” de Radio 3) en el primer álbum de Los Radiadores, tras la publicación de
un par de ep’s. Electricidad siempre a flor de piel, entretejida con tesón y tensión,
aun en los momentos más reflexivos; con el sabor de su propia combustión y
reflejos psicodélicos (“Ha llegado el
caos”). Latidos punk con tributo al oscuro psychobilly en “Manual de
supervivencia”. Vocación esencial, enérgica, inmediata; solo alterada en la
estimulante coda de “La hora de las
confesiones”. Canciones con carácter, bien resueltas, confiadas al riff y al juego de las guitarras.
Trepadoras que ascienden en busca de estribillos y estrofas
luminosas.
Además, Raúl
Tamarit, compositor de todo el repertorio de los valencianos, es un
letrista que ata cabos y no da puntada sin hilo, esmerándose en contar
historias, ofrecer puntos de vista y depositar miradas con calado; sabiendo tirar de
metáforas de esas que enseñan los dientes.
No hay comentarios :
Publicar un comentario