Cuando me encargaron un artículo sobre la
imputación de la Infanta Cristina reconozco que experimenté cierta desazón;
hasta ahora nunca había escrito sobre “ellos”, me había limitado a criticarlos
en los bares, a lanzar indirectas jocosas y a llevar con gesto adusto la
bandera republicana en alguna celebración deportiva. Así que llamé a mi amigo
Juan Luis.
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Voy a escribir un artículo sobre Cristina.
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¿Y eso a qué viene ahora? ¿no hay asuntos por aquí más importantes?
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¿Cómo que a qué viene? ¿vives en una burbuja?
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Ah, la hija del Rey, pensé que te referías a la Kirchner. ¡A por
ellos!
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No te escucho bien. ¿Estás en plena calle?
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No, no, estoy en el partido.
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No sé, quiero ser riguroso. Quiero decir, ceñirme a los hechos. Pienso
que limitándome y centrándome en los acontecimientos, ayudo a explicar mejor la
magnitud de todo esto e incido con más fuerza en la necesidad apremiante de claridad
y justicia. Me da la impresión de que si nos dedicamos a machacar sin más, todo
se puede terminar confundiendo y diluyendo; que incluso algunos culpables
lleguen a pasar por víctimas. Puede parecer que nuestro mayor interés es presionar
al juez o aprovecharnos de un momento de fragilidad, no sé. Cebarnos. Hacer
leña del árbol caído. Opino que lo primero es volcarse en el caso Nóos.
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¿Es que ellos no han presionado toda la vida para mantener sus
privilegios? Además, en estos momentos te puedes meter con quien te dé la gana.
No puede pasarte nada, ¿cómo se van a vengar? ¿quién los va a defender hoy por
hoy? ¿quién te va a señalar entre la avalancha? Si le tocases las narices a
algún partido más allá de lo comúnmente aceptado, te aseguro que tendrías un
enemigo declarado y con la capacidad y voluntad suficientes para devolvértela
en cuanto pudiera, créeme. Además, si el árbol no se derriba no se puede hacer
leña.
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Y la leña nos da energía.
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Eso, eso, escribe. Bien, bien.
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¿Vivimos en un bosque?
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No te líes con las metáforas, que te conozco.
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¿Insultar al Rey no era un delito penal?
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Eso ahora mismo está por ver, dales fuerte. Por fin los hemos
maniatado. La calle hierve por este tema.
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Creo que se han maniatado solos.
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Sí, se han puesto las esposas y le han dado una patada a la llave, no
se la acerquemos. Y eso que al Rey le dan grima las esposas (si son propias).
Ja,ja,ja.
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Desde luego no demuestra la rectitud que esperábamos. Es como si de un
día para otro la inmoralidad lo hubiese inundado todo.
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Claro, claro.
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Pienso que la limpieza es el único camino que garantiza el futuro y la
convivencia.
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Qué profundo. Rima y todo.
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Y que por eso la Monarquía debe ser escrupulosamente limpia. Si ha de
existir tiene que ser absolutamente transparente y un espejo en el que mirarse.
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Eso no lo pongas. Aparte de ser una horripilante cursilada les
estarías insuflando vida, ofreciéndoles una razón de ser a la que agarrarse. No
caigas en esa trampa, haz hincapié en que “nóos” es para nada racional a estas
alturas la existencia de tal institución. Ja,ja,ja.
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Eso es evidente. Anteponer tradiciones a realidades es del todo irracional,
desde luego.
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Claro, claro.
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He escrito que me parece una pareja hierática. Cristina e Iñaki, digo.
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¡Y dale! Si te dedicas a dar rodeos melodramáticos vas a terminar
pareciendo un cortesano, y eso puede jugar en tu contra a los ojos de mucha
gente. Debes evitar cualquier tipo de empatía.
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¿No te lo parecen?
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Supongo que sí. Pero son unos delincuentes y unos corruptos que se han
aprovechado descaradamente de su posición para enriquecerse, eso seguro. No te
muestres tibio ni te enfangues más de lo necesario.
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Subrayo que Cristina debe renunciar hoy mismo a sus derechos
dinásticos y, sobre todo, aplaudo que la Justicia haya demostrado que es igual
para todos.
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Claro, claro.