11 febrero 2019

11 DE FEBRERO EFEMÉRIDES


11-02-1935: Fecha de nacimiento de Eugene Vincent Craddock (Gene Vincent), en Norfolk (Virginia). Se trata de un excelente ejemplo de aquella primera generación que, partiendo del country, rasgaba ansiosamente sus límites a lomos del rhythm and blues. Un tipo ávido, epatante y frenético en el escenario, a pesar (o por la peculiaridad) de la cojera que padecía en la pierna izquierda, fruto de un accidente de motocicleta en 1955, que casi provoca su amputación por debajo de la rodilla. Nacido en el seno de una familia muy modesta, el perfeccionamiento de su manejo de la guitarra durante su convalecencia hospitalaria le abrió un nuevo abanico de posibilidades. Todo fue muy deprisa: al recibir el alta, recorrió todas las emisoras de radio de la zona mostrando sus interpretaciones country, hasta ser descubierto por el locutor Tex Davis de la WCMS. La aparición de Elvis Presley en escena y su éxito fulgurante lanzó a las discográficas a la búsqueda de intérpretes que les permitieran sacar tajada del mercado que él había transformado. Por eso, Capitol lo ficha tras escuchar una maqueta de su clásico por excelencia, “Be-bop-a-lula”, una composición cuya calidad nunca superó. La autoría del tema fue acreditada inicialmente al propio Vincent, y al mencionado Davis (que se cobró sus gestiones quedándose con la mitad de los derechos). La figura de Donald Graves es controvertida: conoció a Vincent durante su convalecencia hospitalaria y, según unas fuentes , fue autor de la letra y, según otras, del tema entero; pagando Gene por hacerse con su autoría. Tras un primer intento por parte de la compañía de grabarla en el estudio de Owen Bradley en Nashville con músicos de sesión acompañando al cantante, como era habitual, se llegó a la conclusión de que no acertaban a recrear su atmósfera original, por lo que se les sustituyó por The Blue Caps. El resultado fue novedoso, moderno, seductor; con el uso del eco sobre una anhelante voz que trata de refrenar su urgencia natural, la precisa contención de un ritmo ajustado y ondulante de escobillas, propulsadas por un Dickie “Be bop” Harrell de tan solo quince años, o el sonido acendrado y chispeante de la guitarra. El single Be-bop-a-lula/Woman love” (Capitol), publicado el 6 de junio de 1956,  fue uno de los éxitos esenciales del año. Por cierto, en el Reino Unido, futura fuente de reconocimiento para Gene Vincent, la BBC prohibió la difusión de “Woman love” por considerarla demasiado indecente.



Los miembros de la banda de Elvis Presley escucharon la canción por la radio mientras viajaban a California para reunirse con su jefe. Estaban tan seguros de haber reconocido la voz, que al encontrarse con Elvis le reprocharon que hubiese grabado a sus espaldas. El cantante tuvo que convencerlos de que la voz pertenecía a un tipo llamado Gene Vincent. No muchos días después, Vicent coincidió con Elvis en la estación de Pensilvania, en Manhattan, este se acercó para saludarle y felicitarle por el éxito de “Be-bop-a-lula”, y a Gene no se le ocurrió otra cosa que balbucir una especie de disculpa, tratando de explicarle que no era su intención copiarle. Elvis le tranquilizó diciendo que sabía que ese era su estilo natural. Gene Vincent and His Blue Caps formaron parte del gran elenco que participó en la película de 1956 “The girl can’t help it”, enjundiosa comedia de enredo que observa con ingenio el naciente mundo del rock and roll. La interpretación en pantalla de “Be-bop-a-lula” fue determinante para su rápido éxito internacional. Cuando el filme se estrenó en Inglaterra, en el verano de 1957, fascinó a un John Lennon de 16 años. La influencia de Vincent, (uno de los estandartes del rockabilly, sobre todo con  discos como “Bluejean bop!” (1956), “Gene Vincent and His Blue Caps” (1957) o “Gene Vicent rocks! And the blue caps roll” (1957)), en la adolescencia de posteriores miembros de significativos grupos británicos de los sesenta es patente, sin olvidar el ascendiente sobre muchos músicos del sonido pulido y cortante de su guitarrista, Cliff Gallup (Jeff Beck le homenajeó explícitamente en su disco de versiones de Gene Vincent de 1993, “Crazy legs”). Asimismo, fue influencia significativa de un joven rocker adolescente más tarde conocido como Bob Dylan, cuando este tocaba los teclados en una banda de su instituto, The Shadows Blasters. A Bobby también le gustaba imitar sus palmadas cuando actuó brevemente como pianista junto a The Shadows, la banda de Bobby Vee.
Demasiado temperamental para soportar el penoso trajín de la promoción y las entrevistas con buena cara, difícil de moldear, fue víctima del viraje del mercado hacia sucedáneos de rock and roll más pulcros y asimilables. Tras el decaimiento de su fama en Estados Unidos se refugió en Inglaterra, donde sus discos eran adorados. Allí su representante, Jack Good, explotó su imagen afilada de peligroso roquero embutiéndole en cuero negro y exagerando la fama que le precedía (al igual que a sus Blue Caps) de bebedor pendenciero y destructor de habitaciones de hotel. El 17 de marzo de 1960 se presentó junto a Eddie Cochran en el Teatro Empire de Liverpool. Debido al éxito de este concierto, Vicent (a pesar del accidente de tráfico de1 17 de abril en Londres, en el que Cochran perdió la vida, y que a él le dejó múltiples lesiones, empeorando ostensiblemente su herida en la pierna) actuó el 3 de mayo del mismo año en el Liverpool Stadium, esta vez teloneado por grupos locales. Gene Vincent, muleta en ristre, aceptó cumplir su compromiso, que serviría como homenaje a su amigo fallecido. Los futuros Beatles, que andaban por allí, pero no tuvieron la fortuna de subir aquel día al escenario, versionaron habitualmente en sus primeros años la relectura de Vicent del estándar jazzístico “Ain’t she sweet?” o su “Be-bop-a-lula”, con John cantando y también imitando los movimientos escénicos del cojo Gene en alguna ocasión. Dueño de una discografía errática, abandonó Capitol y se fue al sello Columbia en 1963. Para 1964 el alcohol y el dolor habían destrozado una vida familiar carne de tabloide. Tras una nueva operación, se mantuvo alejado de los escenarios hasta 1969, año a partir del cual volvió a actuar sobre todo en escenarios europeos, muy lejos de la primera fila, mientras se aferraba a la seguridad del material country que grababa en EEUU. El 12 de octubre de 1971 falleció a causa de una úlcera sangrante en New Hall (California). Tenía solo treinta y seis años de edad, pero parecía haber recorrido un camino muy largo. La magnífica “Sweet Gene Vincent”, del primer elepé de Ian Dury en solitario, lo recuerda con sumo cariño.

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