Al final, los ponderados son los únicos que se quedan sin asidero durante la tormenta, solos, desasistidos, desubicados. Tratando a duras penas de mantener el equilibrio en mitad del barco mientras reciben empujones de unos y otros; que se les acercan fuertemente asidos de las manos para hacerles rodar por cubierta.
21 febrero 2019
LOS PONDERADOS
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Juanfran molina microrrelatos
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