04-02-1977:
Fecha de publicación del elepé “Rumours” de Fleetwood Mac. Se grabó en diversos
estudios, como los míticos Sound City de Van Nuys, en Los Angeles, o Record
Plant, en Sausalito, producido por Ken Caillat, Richard Dashut y la propia
banda. Con el tiempo se ha convertido en el sexto álbum más vendido de todos
los tiempos (lleva despachadas más de 40 millones de copias). Superada su etapa
londinense, determinada por el blues que
les vio nacer (entre 1968 y 1974), Fleetwood Mac se transformó, sobre todo a
raíz de este disco, en imán de todas las etiquetas que giraban alrededor de un mismo concepto: el rock comedido y de tinte comercial. Así, se convirtieron en epítome
máximo del soft-rock, el rock de FM o el AOR (Adult Oriented Rock), de
tantísimo predicamento en Estados Unidos. Todo cambió para la banda británica
tras establecerse en California y tomar otro rumbo estilístico, gracias a la aportación de
dos nuevos miembros que formaban
entonces pareja artística y sentimental, Lindsey Buckingham y Stevie Nicks, que
junto a Christine McVie (cuyo peso compositivo no dejó de crecer desde su
incorporación en 1971) conformaron el núcleo creativo de una nueva etapa dorada,
inaugurada con el que era ya su décimo trabajo de estudio, “Fleetwood Mac”,
publicado en 1975. Dentro del quinteto, las dos parejas que formaban parte de
él saltaron por los aires en unas sesiones cargadas de reproches, debidamente documentados
en las propias composiciones, y cocaína. El número de enero de 2013 de la
revista británica Mojo contenía un jugoso CD en el que luminarias del momento
en la escena alternativa versionaban temas de “Rumours”, destacando Julia
Holter con “Gold dust woman” (también versionada por Hole en 1996) o Liars y su
“The chain”. El elepé ya había sido objeto de un disco homenaje en 1998, con
personal más comercial, incluido Elton John haciendo la eternamente optimista “Don’t stop”, tema de McVie que ya utilizó Bill Clinton en una de sus campañas electorales.
Por su parte, Yo La Tengo versionaron en su día “Dreams”, el mismo tema elegido nada
menos que por The Kills en un disco homenaje al grupo de 2012. Por estos lares
destaca la versión de una banda tan solvente como Morgan de “The Chain”. “Rumours”,
en definitiva, es pop inspirado y suntuoso,
rock tan amigable como grandilocuente. Ofrece sedoso intimismo, retazos de folk
desbastado, solos medidos, energía cribada, estribillos coreables e intensos; y una producción acendrada, de aquilatados arreglos, ajena a todo lo que se cocía
por la época. Un disco cuyo calado y calidad le han permitido envejecer mucho
mejor que la mayoría de trabajos cercanos estilísticamente.
04-02-1980:
Fecha de publicación del quinto elepé de Los Ramones, “End of the Century” (Sire
Records). Esta grabación supuso el inopinado encuentro entre la combustión
espontánea de los cafres de Queens con alguien tan neuróticamente
perfeccionista como Phil Spector. La oportunidad se concretó cuando el afamado
productor apareció por el rodaje de la película “Rock and roll high school” de
Allan Arkush, donde Los Ramones se interpretaban a sí mismos, y volvió a
proponerles grabar con él. Esta vez sí valoraron la opción de trabajar con el
responsable de muchas de sus canciones favoritas (Spector les propuso producir
“Rocket to Russia” en 1977, pero ellos desconfiaron y prefirieron seguir con el trabajo de su
batería, Tommy Ramone, y Ed Stasium); es más, a esas alturas lo consideraron el
último recurso para subirse de una vez al tren del éxito, sobre todo en su país.
Aunque los miembros del grupo afrontaron este disco con distinta predisposición,
finalmente todos acabaron hartos de él, a pesar de que Stasium estuvo por allí
para hacer de puente entre los implicados. Dee Dee y Johnny (cuyo padre
falleció a los pocos días de iniciadas las sesiones), sobre todo, no soportaban
su para ellos enfermiza meticulosidad, su carácter imprevisible y su acentuado
alcoholismo, sin olvidar que Phil se pasaba las sesiones de grabación puesto de
coca y armado con sus cuatro pistolas (dos en las botas y otras dos en las
sobaqueras). Joey, más permeable a sus propuestas, y Marky (que bebía con él
casi todas las noches) se lo tomaban con más calma. El reticente Johnny, cada
vez más decepcionado con las circunstancias que rodeaban el disco, abandonó el
estudio después de que Spector lo tuviera varias horas tocando el principio de
“Rock and roll high school”; algo insoportable para alguien que lo resolvía
casi todo en las primeras tomas. La grabación se efectuó en cinco estudios de
Los Angeles, y costó 200.000 dólares, resultando la más cara de su carrera. La
promoción estuvo a la altura de unas expectativas que no se cumplieron, ya que
lo más alto que llego el disco en las
listas de EEUU fue al puesto 44. Hubo intentos, incluso en lo relativo a la
imagen, de romper su techo de ventas, alcanzando esas apetitosas vetas de
público adolescente de consumo rápido. En la portada, por ejemplo, con foto de
Mick Rock, aparecen con camisetas de diversos colores. Eso recuerdo que no me
llamó especialmente la atención en su día, supongo que porque mostraban los
mismos caretos de siempre. Pero para Johnny fue algo significativo, que incluso
deterioró la personalidad del grupo. Les dijeron que no sonaban en la radio por
las chaquetas de cuero y cedieron. Johnny accedió de mala gana a posar para esa
sesión, pero lo que no esperaba es que finalmente se usase para la portada (la
foto con las chupas se dejó para el interior). A la hora de decidir, perdió la
votación dos a uno frente a Dee Dee y Joey (Marky aún no tenía voto).
Sea como fuere, era un álbum distinto a los demás desde su concepción, ya que fue el primero que compusieron exprofeso. Phil Spector empastó con éxito en el sonido de la banda guitarras acústicas, violín, pianos y metales, instrumentos hasta entonces completamente ajenos al grupo. Los Ramones, para lamento de Johnny, versionaron el “Baby I love you” de The Ronettes. El guitarrista señaló, obsesionado como estaba por colocar un single en listas, que hacer una versión de Phil Spector fue idea suya, pero sostiene que el productor impuso esa versión en concreto, y que ignoró completamente la esencia de la banda, llevando una orquesta al estudio que los sustituyera y centrándose en Joey (no hay que olvidar que Phil llegó a proyectar hacer un disco en solitario con el cantante). Así las cosas, ningún miembro del grupo tocó en esa canción. “End of the century” contiene temas de pura estirpe ramoniana; no resta vitalidad y suma a la propuesta una mayor variedad de tempos y texturas: más sentido melódico, cierto intimismo, colorido y recursos sonoros (“Do you remember rock and roll radio?” es para muchos la cumbre de Los Ramones). Un buen disco, en definitiva, que aporta más que quita, aunque el grupo lo consideraba el peor de su carrera; sobre todo por no verse reflejados en él. Lo cierto es que, a partir de este relativo traspié, llegaron a la conclusión de que su tiempo había pasado y nunca obtendrían un reconocimiento masivo. Así pues, decidieron tirar para adelante a base de guitarras y kilómetros; centrarse en el trabajo sin complicarse mucho más la vida.
Sea como fuere, era un álbum distinto a los demás desde su concepción, ya que fue el primero que compusieron exprofeso. Phil Spector empastó con éxito en el sonido de la banda guitarras acústicas, violín, pianos y metales, instrumentos hasta entonces completamente ajenos al grupo. Los Ramones, para lamento de Johnny, versionaron el “Baby I love you” de The Ronettes. El guitarrista señaló, obsesionado como estaba por colocar un single en listas, que hacer una versión de Phil Spector fue idea suya, pero sostiene que el productor impuso esa versión en concreto, y que ignoró completamente la esencia de la banda, llevando una orquesta al estudio que los sustituyera y centrándose en Joey (no hay que olvidar que Phil llegó a proyectar hacer un disco en solitario con el cantante). Así las cosas, ningún miembro del grupo tocó en esa canción. “End of the century” contiene temas de pura estirpe ramoniana; no resta vitalidad y suma a la propuesta una mayor variedad de tempos y texturas: más sentido melódico, cierto intimismo, colorido y recursos sonoros (“Do you remember rock and roll radio?” es para muchos la cumbre de Los Ramones). Un buen disco, en definitiva, que aporta más que quita, aunque el grupo lo consideraba el peor de su carrera; sobre todo por no verse reflejados en él. Lo cierto es que, a partir de este relativo traspié, llegaron a la conclusión de que su tiempo había pasado y nunca obtendrían un reconocimiento masivo. Así pues, decidieron tirar para adelante a base de guitarras y kilómetros; centrarse en el trabajo sin complicarse mucho más la vida.
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