2. NO ME ACARICIES EL
PELO, QUE TENGO POCO
¿Quién cojones es
ese tipo? Calvo de verdad (la cabeza rapada vino después) y con ojos saltones
de loco. Todo un personaje en sí mismo. Su aspecto no obedecía a ninguna
tendencia concreta, algo fundamental en la época: camisas abotonadas hasta el
cuello, algún lazo o corbata, chupas, vaqueros, botas, polos...No necesitaba
ser moderno, lo cual provocaba estupor, claro. No era un superviviente del rock
urbano de los setenta ni del progresivo, no era un reciclado, era un puto
marciano. Descreído, con atisbos de estar violentamente resentido con el mundo,
pero valiente y positivo, para nada nihilista. Defensor del carácter
galvanizador de los problemas; de los que siempre van, de los que siempre dan
la cara. Torrencial, desafiante, obcecado, engreído, orgulloso, cruelmente
sarcástico. No alineado políticamente (sin comer de ninguna mano, me refiero);
receloso de la intelectualización de la música; generador automático de
titulares no siempre recogidos con buena intención, y poseedor de una marcada
personalidad abocada a mil interpretaciones. Hay una cita de David Harrington del Kronos Quartet, alguien sobre el papel
tan distante del mundo de Ilegales,
que resume muy bien el espíritu de esta banda:
Caricatura de Jorge Martínez (El Bute) |
El embajador en tantas entrevistas y canciones de las anfetaminas y el
alcohol (aseguraba que en su grupo nunca entraría ningún músico abstemio), no
fuma y dice no tener una personalidad con tendencia a las adicciones. Es ese
tipo, incluso paternalista, que cuida de su gente; presto a pagar la siguiente
ronda; alguien que ofrece la impresión de que nunca te va a fallar. Profesional
y perfeccionista, puntual y afable en el trato, exigente con sus músicos y
equipo, es el productor de todos sus elepés (según él incluso de los no
acreditados) y un buen conocedor de las nuevas tecnologías (“el rocanrol es una mezcla de arte y de ciencia”), aunque considere el videoclip un elemento
pernicioso. Consciente de todos los aspectos técnicos o de cualquier índole que
influyen o pueden hacerlo en la calidad de su trabajo, es más fácil verlo
cambiando las cuerdas oxidadas de sus guitarras antes de un concierto que
rompiéndolas contra el suelo (aunque ambas situaciones entran dentro de lo
posible). A pesar de ser líder absoluto de Ilegales, nunca habla en primera
persona, siempre lo hace en plural para referirse a los asuntos de su grupo, un
ejemplo de autogestión sin alharacas y cooperativismo desde prácticamente el
principio y en todos los aspectos del negocio. Deja la sensación de haber hecho
en cada momento lo que le ha dado la gana, de no albergar frustraciones de
ningún tipo.
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