21 abril 2014

JORGE MARTÍNEZ, EL HOMBRE SOLITARIO ENTRE ILEGALES (5 de 20)

5. “EN 1.957 YO YA ESTABA HASTA LA POLLA DE ANTONIO MOLINA”

   Nacido el 1 de mayo de 1.955 en Avilés, de familia de abogados (“ya que no puedo ser bueno voy a ser abogado”), fue un niño de esos llamados conflictivos, llegando incluso a estar confinado en un colegio interno. Llegó a Gijón a los quince años, procedente de Vitoria, donde había vivido con su familia y tenido sus primeras experiencias con bandas desde los doce (un verdadero “niñato psicodélico”, según sus propias palabras). Este descendiente de la “nobleza arruinada”, cuando comenzó a tocar en orquestas de verbena (entre ellas una denominada Los 7 Magníficos y después Los Magníficos), en el imprescindible carnet de “Circo y variedades” para ejercer la profesión de músico, aparecía en la categoría de “Niño Prodigio”. Estudió hasta 2º de derecho, carrera que abandonó cuando el nervioso empuje del rock and roll lo ocupó todo. El guitarrista aventajado que comenzaba a ser impartía incluso clases del instrumento, teniendo entre sus alumnos a personalidades como Paco Loco, posterior miembro de Los Locos y Los Sangrientos, así como afamado productor indie.




   En los años setenta, tras aventuras efímeras como Menta o Crac, la cosa toma cuerpo con el trío Madson. Formados en 1.977 por Jorge, su hermano Juan (productor, técnico de sonido, después en Los Ruidos) y David Alonso, luego batería de Ilegales, veían cómo las maquetas que mandaban a sellos tan en la onda como el madrileño Chapa, les eran devueltas. En esa formación ya tocaban temas como “Soy un macarra” o “Lavadora blues” (compuesta alrededor de 1.971). En 1.979 se convierten en Metálicos (“Tiempos nuevos, tiempos salvajes”, “El piloto”, “Ángel exterminador”, que tuvo que esperar prácticamente una década para ver la luz, en el momento oportuno de ser revestida y arreglada convenientemente, y “Stick de hockey”, se encuadran en esa época), y a finales de 1.980 toman el definitivo apelativo de Ilegales, momento en que sale Juan de la formación y se integra Iñigo Ayestarán (después en La Banda del Tren). En 1.981 en su repertorio había ya temas como “Perjudicial” (primer tema ensayado como Ilegales), aparecida diecisiete años después en “El apóstol de la lujuria” y la muy new waveDesesperados”, la canción perdida de los Ilegales durante casi treinta años, cuyo estribillo desembocó en “Me sueltan mañana”, siendo la primera mucho más inspirada, en mi opinión. Ese mismo año ganan el concurso “Villa de Oviedo”, colocando tres cortes en un recopilatorio compartido con otros tres grupos (“I Muestra Pop-Rock de Asturias” (SFA, 1.982)). Ahí aparecen “Princesa equivocada”, cadencia reggae que se vuelve pop en un estribillo inspirado; “Europa ha muerto”, su primer tema mítico publicado, muestra fehaciente de un estilo básico y vibrante que aún tendría mucho margen de crecimiento: estribillos eficaces, riffs esquemáticos, coros concisos; y el twist “La fiesta” que siempre ha merodeado su repertorio. 



Meses después comienza el despegue con el single “Revuelta juvenil en Mongolia”/”La pasta en la mano” (Arrebato): “ideal para lanzarlo a los transeúntes desde el quinto piso”. En la primera cara “Revuelta juvenil en Mongolia”, el gran tema punk de Ilegales (en plan Pagans): delincuencia, sirenas, cristales rotos, disparos y efectos sonoros de toda esa destrucción. Y qué decir del reverso, que me atrapaba siempre desde las primeras notas, consiguiendo emocionarme. Medio tiempo de trágica crónica social con una primera muestra de lirismo amargo y esas partes nebulosas de guitarras que serán también marca de la casa. Tras grabar el primer elepé sale de la banda Iñigo Ayestarán (“prefería su novia al grupo”) y entra en su lugar Willy Vijande, todo un punk ex – Suybalen y Terlenka, bajista mítico de la etapa más explosiva de la banda. 

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