13. LEJOS DE LA FAUNA
DE SALÓN
Tras un año sabático, la cabeza calva que siempre bulle de proyectos
vuelve, abundando en lo mismo pero apretando más los dientes, con “Regreso al sexo químicamente puro” (Hispavox). En el año de parón Rafa Kas decide cambiar de aires y
vuelve Willy Vijande, para
desaparecer definitivamente después de este disco. Aquí encontramos imparable soul a lo James Brown
para otro irrefrenable fresco callejero en “Drogas duras llenan sepulturas”; riff blindado para “Los chicos desconfían” e inspiración tejana para el blues-rock de “No me gusta el blues”.
“Oración” es de esas canciones que
deberían adorar los mods, pop sesentero de esencias negroides reminiscente de
los Small Faces. Mientras con “El jardín del pecado” se dan el gustazo
jazz-swing, “Dextroanfetamina-No quiero ir a la mili” es una acelerada parodia punk que no pasa de la anécdota, ese
tema que suele sobrar en algunos discos de Ilegales. El psychobilly “El número de la bestia” viaja a lo más
oscuro de los cincuenta, lugar frecuentado por Jorge Martínez. “Regreso al sexo químicamente puro”
continúa la vereda señalada por “Me gusta cómo hueles”: medio tiempo inspirado,
de amable y dulce melodía y despiadado retrato de caída libre. “Algo prepara una emboscada” es rock de serie B inflamable y cortante cual cuchilla. Y el beat desaforado de “No puedo controlarme” es antesala de la
despedida con un corte instrumental de “El jardín del pecado”. Otro caudal de sonidos intemporales apartados de la
actualidad, curiosamente en la década en que por primera vez todas las
miradas se vuelven hacia el Principado con aquello del “Xixon Sound”.
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