DAVID HOLMES “Bow down to the exit sign” (Go! Beat-So
Dens-Universal)
Servirse
convenientemente de la electrónica, o servirse convenientemente del rock. Ahí pueden residir algunas de las
claves para la supervivencia del rock más
visceral y estimulante. El pinchadiscos David
Holmes apuesta por eso, se acerca al rock
lo mismo que Primal Scream
abrazaron la electrónica, fundiéndose en una colisión epatante, vertiginosa,
sin vuelta atrás. Crea un mare mágnum rítmico en el que cabe toda la carga
tórrida de un riff de piano de lo más
groove, “Compared to what”, o la urgencia exultante y sucia de una guitarra stoniana seguida inevitablemente de la
voz de Bobby Gillespie, gurú vocal
del rock del próximo siglo (“Sick city”). Se ofrecen las líneas
maestras del mejor rock, su vertiente
más excitante, a través de la combinación de un furibundo recorrido aéreo de samples y efectos, y un envilecido
conjuro terrestre de guitarras horadantes, bajos y percusiones, oficiado por
alguien a quien se le va a permitir traer y llevar los sonidos cuando y como
quiera, acompañarse de quien quiera y subvertir el orden que le apetezca. Así,
Holmes puede extender su “actitud” rock a
densos apuntes de Barry Adamson;
sumergirse en lodos de blues: con Jon
Spencer cantando en “Bad thing”,
el ambiente de “Out run” con Martina Toppley-Bird deslizando
estribillos irrefutables, o la espiritual “Living room”, contando con la arenga de Carl
Hancock Rux. Retomar a Gillespie para, mediante un manto de Farfisa y
guitarras, mezclar ritmos negros con garage
oscuro en “Slip your skin”,
ofrecer con “Zero tolerance” a una
Martina turbia, juguetona y punk; o hacer viajes panorámicos de voluptuosidad
sonora tal que los Primal Scream más lisérgicos en “69 police”. Todo ello encadenado con credibilidad y naturalidad.
Siglo XXI.
Publicado en octubre de
2000 en la revista El Batracio Amarillo.
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